MAYO MARIANO 2010 - JUAN MARTÍNEZ CERRILLO
VIRGEN DE LA PAZ Y ESPERANZA (CÓRDOBA)

Sergio Cabaco y Jesús Abades. Fotografía de Antonio Arrebola Romero


 

 

La Dolorosa, realizada en el año 1939, responde plenamente a la plástica escultórica de Juan Martínez Cerrillo, de fuerte sabor popular. Sus vírgenes pasionistas son de efectista modelado, más preocupado por resaltar una belleza suprema ante los ojos de los espectadores, muy del tipo mediterráneo, que por reflejar la aflicción que embarga el alma de una Madre ante el sufrimiento del Hijo.

Los iconos marianos del escultor e imaginero de Bujalance (Córdoba) presentan, por tanto, un ideal femenino que posee rostro redondeado, rasgados ojos con el iris de color oscuro, perfil clásico, boca sinuosa y dialogante que deja ver en su interior la dentadura tallada, y mentón puntiagudo.

En el caso de María Santísima de la Paz y Esperanza, primera imagen mariana tallada por Cerrillo para la capital cordobesa, seis lágrimas de cristal corren por su semblante. El cuello es esbelto y delicado, y las manos, extendidas, poseen los dedos suavemente flexionados para portar el manípulo, el rosario y una rama de olivo, símbolo de su advocación. Las carnaciones, levemente sonrosadas, realzan el encanto de la composición.

Ha sido restaurada en dos ocasiones por Antonio Bernal; en la primera restauración, realizada en el año 2004, reparó una grieta aparecida en la mascarilla e intervino en la policromía de la imagen; en la segunda, llevada a cabo en 2006, suprimió pátinas y sombreados del rostro que él mismo había aplicado dos años antes.

 

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