La imagen, labrada por Juan Martínez Cerrillo entre 1936 y 1938, representa a la Virgen tras la Crucifixión de Cristo, según se desprende de los atributos que porta en sus manos: manípulo, rosario, corona de espinas y los clavos del martirio, de ahí que sea popularmente conocida en Jaén como la Virgen de los Clavitos.

Es la titular mariana de la cofradía jiennense de los Estudiantes desde finales de 1947. Ese mismo año, procesionó en la mencionada corporación una Dolorosa anónima de escuela granadina que actualmente recibe culto en la clausura del Convento de Carmelitas. Anteriormente, la Virgen de las Lágrimas fue la antigua titular de la Cofradía del Calvario de Córdoba, donde recibió la advocación de Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Considerada como una de las mejores Dolorosas de Martínez Cerrillo, el escultor tomó como modelo a una joven cordobesa llamada Araceli Chacón, a partir de la cual llevó a cabo una bella talla mariana de ojos apagados por el llanto, expresión serena, perfil recto, esbelto cuello y labios entreabiertos que delatan sus lamentos.

De tostadas carnaciones en la actualidad, mantiene la cabeza frontal, dirigiendo suavemente la mirada hacia abajo. Como postizos lleva pestañas de pelo natural en los párpados superiores, ojos vítreos y siete lágrimas de cristal, cuatro en la mejilla izquierda y tres en la izquierda, alusivas a los Siete Dolores de María. 

Ha sido intervenida en dos ocasiones: en 1985 por el propio Juan Martínez Cerrillo, quien remodeló su obra profundamente, y en 1995 por el también escultor e imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo.