Original de Martínez Cerrillo (1951), la titular mariana de la hermandad del Resucitado fue reformada dos años después de su ejecución por su propio autor, el cual retocó la policromía e hizo más alegre la expresión del rostro. Actualmente mide 155 cm de altura.

También ha sido intervenida por el sevillano Juan Manuel Miñarro López y el cordobés Antonio Bernal Redondo: el primero, en 1993, realizó nuevo estucado y policromía a la escultura, y modificó la inclinación de su candelero; por su parte, Bernal, cinco años después, volvió a repolicromarla con el fin de recuperar, en la medida de lo posible, los tonos originales de color aplicados por Martínez Cerrillo.

De dulces y afables rasgos, la Virgen se muestra gozosa ante la Resurrección del Hijo. Concebida por Martínez Cerrillo con gran frontalidad, su bello semblante presenta una expresiva mirada al frente, cejas pinceladas en forma de arco, perfil clásico, sonrosadas mejillas, pronunciado mentón con suave hoyuelo y labios entreabiertos que dejan ver los dientes tallados en su interior. Los músculos del cuello están tensos y las delicadas manos, de dedos largos y finos, se hallan extendidas, portando la izquierda el santo rosario.

Como postizos, María Santísima Reina de Nuestra Alegría lleva en su mascarilla ojos de cristal y pestañas de pelo natural en los párpados superiores. Sus carnaciones son aceitunadas y el candelero interno que lleva como imagen de vestir, realizado a modo de maniquí, posee líneas cónicas y base ovalada para asentar la figura.