MAYO MARIANO 2010 - JUAN MARTÍNEZ CERRILLO
DIVINA PASTORA (CHUCENA - HUELVA)

Martín Sánchez Franco


 

 

La que fuera, hasta la segunda mitad del siglo XIX, Iglesia Parroquial de la Pura y Limpia Concepción de María de Alcalá de la Alameda, en los años centrales del siglo XX era ya un viejo caserón abandonado, en cuyo tejado empezaba a hacer mella una higuera silvestre. No podemos saber exactamente durante cuánto tiempo había cumplido la función parroquial, para la que había sido construido por Ambrosio de Figueroa y por su hijo Antonio, entre los años 1773 y 1781, en sustitución del templo anterior, de mayores dimensiones. Ya en el año 1859 no tenía párroco exclusivo, sino que actuaba como cura interino el de Chucena, que tenía que llevar las alhajas (vasos sagrados y ornamentos) de su parroquia, porque las de Alcalá se hallaban depositadas en la parroquia de Umbrete. En mi opinión, no podemos hablar de estado ruinoso. Sí de abandono y de vandalismo de bajo alcance durante varias décadas. Cuando se empezó la restauración, acordada el 12 de febrero de 1958, mi edad era de 9 años, pero la recuerdo muy bien. Desde años antes, la iglesia de Alcalá era un lugar de juegos. Llamaba la atención subir la escalera de su espadaña, cada vez más deteriorada.

Sobre la iglesia de Alcalá de la Alameda se produjo un intento de operación económica: su venta a los propietarios de la Hacienda del mismo nombre, quizá para que la convirtieran en capilla. Pero entonces el pueblo y el Padre Jacinto (de 75 años) se levantaron e iniciaron la restauración, siendo entonces ejemplar la entrega popular para que la iglesia de Alcalá pudiera recuperarse como lugar de culto público.

En acta de la sesión extraordinaria de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de 11 de abril de 1959, se da cuenta del objeto de la reunión: "Tomar acuerdo sobre la celebración de la próxima fiesta de San Isidro Labrador, Patrón de las Hermandades de Labradores". Se refiere también al estado del templo en que celebrar la fiesta: "Disfrutamos nosotros del Hermoso Templo de Alcalá, distante unos seiscientos metros de la localidad, que, como todos sabemos, está próxima la terminación de las obras que, por prestación personal de este vecindario, se están realizando". Entonces se pensaba en San Isidro como "Patrón de dicha Iglesia" y su imagen la adquiría la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos para "celebrar en su día una entusiasta romería, una Misa de Campaña y por la tarde volver con la Sagrada Imagen en procesión a la Parroquia, hasta que, una vez terminada la Iglesia en reconstrucción, tomara posesión de ella". El término "reconstrucción" era, evidentemente, exagerado. Más preciso sería el de "restauración". El término "reconstrucción", además, queda desmentido por el propio documento, que también afirma la proximidad de la terminación de unas obras, iniciadas un año antes con un apoyo económico de mucha voluntariedad pero de escasa entidad, basado en colectas populares y en representaciones teatrales infantiles, y con unos medios muy precarios, entre ellos el trabajo voluntario de vecinos de Chucena que, entre otras tareas, acarreaban en cántaros el agua necesaria, desde la fuente pública que abastecía el llamado pozo de Alcalá.

La Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos -con la idea de hacerse cargo para siempre de la organización de la Romería- acordó para la primera, de 1959, no sólo la adquisición de la imagen de San Isidro Labrador, sino también los actos de la misma: "Primero: El día 14 de Mayo por la tarde, se organizará una romería hasta la carretera general, con el fin de esperar a la Imagen del Santo adquirida, la cual será bendecida por el Señor Cura Párroco, y, acto seguido, se acompañará procesionalmente hasta la Iglesia Parroquial, donde será depositada. Segundo: El día 15 por la mañana, será trasladado el Santo por los romeros hasta el Templo de Alcalá, en cuya fachada principal será levantado un Altar y se oficiará Misa de Campaña. Por la tarde de este mismo día, se reintegrará la Sagrada Imagen al Templo Parroquial, cantándose el Santo Rosario durante el trayecto". También se dice que "con tiempo suficiente, las Señoritas vayan haciéndose los trajes de flamenca y el exorno para sus carros, carretas, coches o caballerías, para asistir a la romería proyectada".

Lógicamente un sacerdote capuchino, como Jacinto de Chucena, no iba a desaprovechar la ocasión que le brindaba la restauración del templo de Alcalá de la Alameda para fomentar el culto a la Divina Pastora. Como residía en el convento de Córdoba, de inmediato la encargó al imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo, que realizó la hermosa talla que veneramos en Chucena. Con ella se organizó la segunda romería. Ésta empezó en autocar en Córdoba a la 6 de la mañana del 13 de mayo de 1960 para traer a Chucena la imagen. El recibimiento en nuestro pueblo de la Divina Pastora, de los romeros cordobeses y de la rondalla que les acompañaba estaba previsto de 9 a 9 y media. Entonces esperamos en la parte del pueblo, que conocíamos popularmente como "El Laberinto", y en la barriada de Nuestra Señora de la Estrella, inaugurada, según me parece recordar, entre uno y dos años antes. Desde allí se hizo el traslado procesional y romero de la Divina Pastora y de San Isidro Labrador al templo de Alcalá de la Alameda. De la misma manera que el año anterior se celebró misa de campaña en la explanada anterior del templo. El concepto de misa de campaña era propio de aquella época de liturgia tridentina, cuando la autoridad eclesiástica sólo autorizaba la misa fuera de los templos en ocasiones de necesidad. Tomaba nombre de las más usuales, que eran las del Ejército que requerían esta forma.

 

 

Antes del 13 de mayo de 1960, en que la Divina Pastora presidiera esta misa de campaña, ya el P. Jacinto había pedido que el templo de Alcalá de la Alameda le fuera dedicado. Esta dedicación a la Divina Pastora fue solicitada por el Ayuntamiento de Chucena al Obispo de la Diócesis el 27 de septiembre de 1959.

Pero el Obispado de Huelva no podía autorizar una nueva titularidad para esta antigua iglesia parroquial, dedicada a la Inmaculada Concepción de María, porque el Código de Derecho Canónico prohíbe el cambio de titular de los templos. En su actual organización (de 25 de enero de 1983) podemos leer en su canon 1218: "Cada iglesia ha de tener su propio título, que no puede cambiarse una vez hecha la dedicación". En la vigente entonces debía decir aproximadamente lo mismo en su canon 1168-1, según el escrito de contestación, de 12 de diciembre de 1961. Este escrito, con el que se impedía el cambio oficial de dedicación del templo de Alcalá, no sólo fue ocultado al P. Jacinto de Chucena, sino que fue destruido, sin duda con la mejor voluntad, pero su copia se custodia en el archivo del Obispado de Huelva.

Al reestablecerse el culto a principios de los 60 (culto que podía reducirse a los propios de la romería anual), la que siempre había sido la "iglesia de Alcalá", el templo de una iglesia parroquial, es decir de una comunidad de fieles, de cristianos de esa antigua villa, pasó a ser conocida como la "ermita de Alcalá". El nombre de "ermita de Alcalá" cambia bastante el concepto. Pasa a ser una ermita de Chucena que está localizada en Alcalá de la Alameda, con lo que pierde su vinculación original con un vecindario propio anterior. Los nombres son significativos. A las basílicas menores sevillanas de la Macarena y del Gran Poder no les llamamos capillas, sino basílicas. Tienen ese carácter honorífico. ¿Por qué a la iglesia de Alcalá, que tiene su propio título de la Inmaculada Concepción y no ha podido ser cambiado oficialmente, hemos de reducirla a ermita?

Con la denominación de "iglesia de Alcalá" vinculamos este templo a una feligresía propia, aunque ya haya desaparecido, con lo que también estamos reconociendo la historia de esta villa, integrada, por Decreto de 24 de mayo de 1812, como las de Genís y Torralba, en Chucena. La denominación popular de "ermita" viene vinculada directamente a la Romería. Ésta, iniciada por la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, ha sido organizada todos los años, aunque por distintas entidades. Al constituirse, ya próximo el año 1990, la Asociación de la Virgen del Rocío, poco después Hermandad, ésta, a la que la Parroquia le cedió, como capilla para su simpecado, el templo de Alcalá, se hizo cargo de la Romería. Pero desde 1997 le corresponde a la Asociación de la Divina Pastora y San Isidro Labrador, que también espera convertirse en Hermandad. A esta Asociación me referiré más detenidamente en otro artículo más específico sobre la iglesia de Alcalá de la Alameda.

La Romería tuvo su día principal durante su primer cuarto de siglo aproximadamente en el domingo central de mayo, el más próximo a la festividad de San Isidro Labrador. Pero la mayor participación de Chucena en otra Romería, en la del Rocío, ha hecho que sus fechas se elijan (en este año los días 7, 8 y 9 de mayo) en relación a la de Pentecostés. También en 2010 y también anticipadamente, el día 11 de abril, se ha celebrado, en la misma explanada de los años 1959 y 1960, la misa de acción de gracias por el 50 aniversario de la llegada de la Divina Pastora a Chucena, predicando y representando, de alguna manera, al P. Jacinto de Chucena, fallecido el 31 de marzo de 1965, otro sacerdote capuchino del convento de Córdoba.

 

 

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