Obra del prestigioso escultor Luis Salvador Carmona (1708-1767) que recrea una iconografía mariana cultivada en otros simulacros del artista, caso del realizado para la Iglesia de San Fermín de los Navarros (Madrid), destruido en los disturbios de la Guerra Civil, o el que recibe culto en la Colegiata del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), probablemente el mejor de toda la serie.

María se muestra de pie, con el pequeño Jesús sostenido por el brazo izquierdo, mientras ofrece con el otro el santo rosario al fiel que la contempla. Le sirve de peana una nube sin querubines.

La imagen, esbelta e idealizada, refleja las exquisiteces del modelado y el complejo plegado de paños tan propios del autor. No obstante, se observan ciertas tosquedades en el acabado y rigideces en la composición que llevan a pensar una notable intervención de discípulos en su ejecución. Recibe culto en la Parroquia de San Pedro, enclavada en el municipio cántabro de Limpias.