Al igual que las estatuillas de San Joaquín y Santa Ana que flanquean el sagrario, analizadas en la anterior entrega, los Santos Juanes de José de Medina, situados a los lados del manifestador del retablo mayor, presentan un marcado barroquismo en su concepción, habitual en las maneras de un autor formado en el círculo malagueño y con experiencia en la ejecución de obras en madera, yeso y piedra (1).

Las formas de San Juan Evangelista y San Juan Bautista también son similares a las de los padres de la Virgen, con las cabezas suavemente elevadas y giradas hacia el lado derecho, místicas expresiones, y ropas ricamente decoradas y mecidas hacia la izquierda. Presentan igualmente un estado de conservación discreto, con ambas manos perdidas y señales de carcoma, especialmente en la imagencita de San Juan Bautista.

También encontramos en la Iglesia de los Remedios la imagen de San Antonio Abad, titular de la desaparecida ermita que llevaba su nombre. Fue realizada por José de Medina en fecha indeterminada. A diferencia del resto de obras del escultor conservadas en el templo (y de su estilo en general), se le representa con notable sobriedad, tanto en su rostro de venerable anciano como en el rígido hábito de su orden, seguramente por el ascetismo que siempre ejerció en vida el fundador de los eremitas. Porta el cayado por su condición de anacoreta en el desierto y el libro con las llamas, símbolo de su poder curativo contra el fuego del infierno y los incendios.

Por último, comentarles que en el Primer Congreso Andaluz sobre Patrimonio Histórico, celebrado los días 17 y 18 de Septiembre de 2009, se analizó con profundidad a varios imagineros que tienen obras en Estepa; entre ellos, lógicamente, José de Medina. Algunos de los ponentes apuntaron que la Virgen de las Angustias, históricamente atribuida a nuestro escultor, podría pertenecer a la obra de Diego Márquez y Vega (1724-1791) por similitud con otras imágenes de este artista antequerano, muy influido por el arte de Medina (2).

Por otro lado, algunos profesores señalaron que la bella Virgen del Valle, obra de Medina venerada también en los Remedios, clasificada como simulacro de la Inmaculada Concepción aunque no posea esta iconografía, es más bien una Virgen con el Niño que ya no conserva la imagen del Infante. De nacarinas carnaciones y rictus melancólico, dirige el rostro hacia su mano izquierda, donde supuestamente portaba al Niño.

BIBLIOGRAFÍA

(1) CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario y Jesús ROMERO BENÍTEZ. "Aproximación al estudio del retablo en Antequera en el siglo XVIII", en Imafronte, números 3-4-5, 1987-1988-1989, Universidad de Murcia, p. 349.

(2) http://www.cofradiadeabajo.com/articulos/art-1.htm