Esta extraordinaria imagen, de la que se conservan el boceto y el contrato de ejecución, preside el retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del municipio cacereño de Serradilla, cuyo patronazgo ostenta además de la titularidad de dicho templo parroquial. Mide 113 cm de altura.

Realizada en el año 1749 -tal y como consta en su peana junto con el nombre de su autor, "Luis Salvador Carmona"-, es sin lugar a dudas una de las mejores piezas marianas del artista vallisoletano, de la que se ha resaltado la gozosa expresión del bellísimo rostro y el dinamismo del cuerpo, transmisor del arrebato místico del glorioso instante que escenifica, acrecentado por el revoloteo de los ropajes y los angelotes que la elevan en gracioso juego de diagonales, consiguiendo el típico aparato de teatralidad del barroco.

Resultan evidentes las semejanzas con la Virgen del grupo de la Asunción de María ante los Apóstoles que preside el retablo mayor de la Parroquia de San Nicolás de Segura (Gipuzkoa), cuya decoración escultórica corrió totalmente a cargo de Luis Salvador Carmona. El simulacro vasco, ya estudiado en una anterior entrega, presenta similar disposición de los brazos y sentido ascendente de la iconografía, con el fin de reflejar el inmediato recibimiento en las alturas por parte de la Santísima Trinidad. Muy parecida es también la composición del rompimiento de gloria -concebido a modo de peana de nubes para la Señora- en ambas tallas, con deliciosas figuras de putti desnudos que emergen alborozados del celestial escabel para izar con sus bracitos a María, aunque la mayoría de ellos sólo dejan ver sus bustos alados.

En ambos casos nos encontramos con dos de las obras del maestro más imbuidas de la estética rococó, procedente de Francia, cuyo ímpetu expresivo tan acertado, visible tanto en la expresividad de los idealizados rostros como en el movimiento de los paños, podemos admirar también en otras obras como el San Francisco Javier de su fructífera producción escultórica para La Granja de San Ildefonso (Segovia). Los ropajes aparecen menos revoleados y con perfiles más afilados y recortados en la pieza asuncionista de Serradilla, observándose también en la misma una policromía en las vestiduras de tonos más monócromos que la de Segura.

La Virgen de la Asunción de Serradilla (Cáceres) fue encargada a Luis Salvador Carmona por la poderosa Hermandad de Labradores de la localidad. Ha sido restaurada en el año 1994 por Mariano Nieto Pérez. Con el fin de celebrar los felices resultados de la intervención, se organizó una de las escasas salidas procesionales que ha llevado a cabo la imagen en sus más de dos siglos y medio de existencia.