La sombra también ha jugado un papel importante en la pintura de la segunda mitad del siglo XX, a raíz del triunfo del Pop Art en el panorama artístico internacional de los años sesenta. Tanto Andy Warhol -la gran estrella del movimiento- como Roy Lichtenstein, en su empleo de motivos y medios artísticos vinculados a la publicidad, dieron cabida a la sombra como un elemento más de la vida cotidiana.

El estadounidense Andy Warhol (1928-1987), en concreto, dedicó una serie completa al tema. En la estela del Pop Art, y más allá de esta manifestación artística, la sombra ha continuado atrayendo la atención de artistas como Ed Ruscha, Gerhard Richter, Jürgen Klauke, Susan Rothenberg, Claudio Parmiggiani y Tobia Ercolino.

Precisamente, La Sombra (1981) es el título de la pieza warholiana que hoy analizamos y que forma parte de la mencionada serie. Se trata de una serigrafía sobre papel con diamante en polvo (96,5 x 96,5 cm), realizada bajo la óptica fotográfica y publicitaria tan propia del autor, que se conserva en la Galería Ronald Feldman Fine Arts de Nueva York. Muchos críticos la consideran uno de sus trabajos más importantes y comunicadores.