GIAN LORENZO BERNINI - ESCULTURA


 

 
     
     
Ángel con Corona de Espinas
 
Neptuno y Tritón

 

Con Gian Lorenzo Bernini, la escultura barroca halla su culminación y la Italia del siglo XVII ofreció su artífice de mayor dimensión dentro de lo Barroco. Su vasta obra abarca todos los registros y géneros, creando una importante escuela gracias a sus discípulos Alessandro Algardi y François Duquesnoy.

Su proyección espacial, su escenográfico sentido en lo decorativo, su énfasis llevado a exuberancias de plena exaltación, su misticismo vehemente, etcétera, alcanzan sus últimas consecuencias desde supuestos técnicos que oscurecen la complejidad de la más abigarrada escultura helenística, usando para ello un modelado en el que la curva, el rebujamiento y la multiplicidad de planos, conducen a resultados plenos de aparatosidad y conmoción.

El esquema de las figuras de Bernini es la columna torsa. En sus creaciones todo asciende y se revuelve en una hélice triunfal. Los mantos y los músculos se retuercen con frenesí, como las curvaturas de los fustes salomónicos. Sus figuras no terminan nunca, ni en la base ni en su ápice.

El siguiente repaso a su obra escultórica intenta seguir un orden estrictamente cronológico, lo que no es tarea fácil ya que Bernini casi siempre se encontraba inmerso en varios proyectos al mismo tiempo.

 

 
     
     
San Longinos
 
Éxtasis de Santa Teresa de Jesús

 

Martirio de San Lorenzo

Bernini contaba tan sólo 16 años cuando realizó esta obra en mármol. Mide 66 x 108 cm. Se trata de la primera escultura documentada del artista (1614), que por aquel entonces seguía colaborando con su padre, el también escultor Pietro Bernini, en obras como el grupo de Flora y Príapo conservado actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York. La impresionante mirada del santo es una mezcla de agonía y éxtasis, ya que el autor buscaba reflejar el punto de inflexión que toma su martirio. Colección Contini Bonacossi de Florencia.

San Sebastián

Maravillosa figura del santo asaeteado que fue adquirida en 1935 por Heinrich Thyssen-Bornemisza para la colección familiar en Lugano y ahora se encuentra en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, en calidad de depósito. Data del año 1615 y se halla labrada en mármol con una altura de 98 cm.

Bacanal o Fauno Burlado por Niños

Pieza marmórea de 132 cm en la que vemos prácticamente definido, pese a tratarse de una creación primeriza (hacia 1616-1617), su peculiar estilo en el dinamismo de las formas, las texturas algodonosas, la vivacidad de los personajes y las diagonales fuertemente acentuadas. Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Eneas, Anquises y Ancasio

Grupo labrado en mármol entre los años 1618 y 1619, en el que el héroe lleva en hombros a su padre, que sostiene la estatua de Atenea. Constituye ya ese cúmulo de arrebatados acentos que será constante en su obra. Mide 220 cm de altura y se conserva, como muchas de sus obras, en la Galería Borghese de Roma.

David

Obra marmórea (1619-1624), de 170 cm de altura, en la que su atlético dinamismo, de plena trascendencia espiritual, simboliza la elevación del esfuerzo humano. Su plenitud expresiva es tal, que irradia de cada músculo, de cada matiz y de cada aliento del modelado. Galería Borghese de Roma.

Rapto de Proserpina

Estatua labrada entre los años 1621 y 1622 (295 cm de altura), perteneciente a su primer periodo artístico (1615-1624). De ella sobresale una iconografía mitológica y bíblica, en la que el ímpetu berninesco está ya presente. Galería Borghese de Roma.

Neptuno y Tritón

Una escultura a tamaño natural de Bernini conservada fuera de Italia. El impresionante grupo representa a Neptuno y a su hijo Tritón (mitad hombre, mitad pez), gobernando las aguas, y en origen coronaba una fuente, fluyendo el agua de la concha que Tritón lleva en su mano derecha. Fue realizado empleando mármol y cobre en torno a 1620-1623, años en los que Bernini produjo la famosa serie de esculturas mitológicas para el cardenal Scipione Borghese. Desde el año 1950 se conserva en el Victoria and Albert Museum de Londres.

Apolo y Dafne

Algunos de los rasgos arquitectónicos de Gian Lorenzo Bernini van a darse en su obra escultórica, aunque sublimados, con una mayor turbulencia, e incluso podríamos decir declamatoriamente, de acuerdo con los propósitos reconquistadores de la Contrarreforma. Esta obra, aunque profana, es buen ejemplo de ello. Esculpida en mármol, entre los años 1622 y 1625, tiene una altura de 243 cm. Galería Borghese de Roma.

Santa Bibiana

Obra realizada en el año 1623 que sirvió de modelo de inspiración a muchos escultores, no siempre afines a la estética del maestro, como en los casos de Duquesnoy y Algardi. Iglesia de Santa Bibiana en Roma.

Baldaquino de San Pedro

Obra más arquitectónica que escultórica, aunque hemos preferido incluirla en este apartado, entre otras razones, por la serie de esculturas, escudos, querubines y ángeles mancebos que, junto a otros elementos ornamentales, colaboran a la magnitud de esta impresionante máquina, realizada entre los años 1624 y 1633. Bernini trata de aunar las cualidades de una estructura arquitectónica con las de una colosal estructura. Así, reproduce en las grandes columnas salomónicas de bronce el eco de la tradición, y también todo el poder y el lujo de la Iglesia de la Contrarreforma. Sus proporciones guardan relación con las del grandioso templo, y se persigue el contraste entre el cromatismo de los muros y la tonalidad broncínea. Sobre la espiral de las columnas, en ambiciosa verticalidad, el artista sitúa las deslumbrantes volutas bajo un entablamento curvado que corona el dorado globo terráqueo con la Cruz. Basílica de San Pedro de El Vaticano.

 

 
     
     
La Verdad
 
Baldaquino y Cátedra de San Pedro al fondo

 

Cabra Amaltea

Pequeña estatuilla de mármol (44 cm), labrada en mármol, que representa la leyenda de la cabra que amamantó con su leche al dios Zeus, de la cual se creó el famoso cuerno de la abundancia. Completa el simulacro, realizado en el año 1625, la figura de un fauno. Galería Borghese de Roma.

Retratos

Hacemos un inciso para remitirles a uno de los enlaces incluidos en esta semblanza, que aborda los característicos bustos que Bernini realizó a lo largo de su trayectoria, entre los que destacan los de Constanza Bonarelli, el cardenal Scipione Borghese, el papa Gregorio XV, Pedro de Foix Montoya, Thomas Baker, Francesco I d'Este, el rey Esteban de Hungría, el papa Pablo V, Gabriele Fonseca, el cardenal Armand Richelieu, el papa Urbano VIII, Giovanni Battista Santoni y Francesco Barberini.

Fuente de la Barcaza

Realizada en mármol, se halla en la Piazza di Spagna. Tiene forma de barcaza semihundida para recordar a la encontrada en dicha plaza romana, en 1598, como consecuencia de una inundación del río Tiber. 1627-1628.

Sepulcro de Urbano VIII

Este monumento funerario fue comenzado en 1628 y se demoró su conclusión hasta el año 1647. Se inspira en la tumba de Pablo III, obra de Guglielmo della Porta, aunque la realización de Bernini, en bronce y mármol, llega a un claroscurismo de inconmensurable esencialidad, dotando al conjunto de una expresión plástica de arrebatados acentos. La figura del pontífice, sentado sobre amplia base, aparece en actitud activa, con su brazo derecho extendido, pleno de glorificación y revestido de todos sus atributos. Ante él, la urna funeraria en la que se apoyan las alegorías de la Caridad y la Justicia. Basílica de San Pedro de El Vaticano.

San Longinos

Gian Lorenzo Bernini se acerca a los más exaltados sentimientos con esta célebre obra marmórea (1631-1638), cuya actitud efectista, abierta a la infinitud, sólo tiene parangón con la soberbia cúpula miguelangelesca. Basílica de San Pedro de El Vaticano. Mide 450 cm de altura.

Sepulcro de Matilde de Canossa

Diseñado por Bernini, el sepulcro de la condesa que organizó la reconciliación entre el emperador Enrique IV y el papa Gregorio VII, y que más tarde legó sus posesiones a la Iglesia, fue realizado entre los años 1633 y 1637, por encargo del pontífice, por tres de sus discípulos: Andrea Bolgi, Stefano Speranza y Luigi Bernini, hermano del escultor. Basílica de San Pedro de El Vaticano.

Fuente del Tritón

Situada en la Piazza Barberini de Roma, fue realizada entre los años 1642 y 1643.

La Verdad

Alegoría en mármol, de 280 cm de altura, que representa a la Verdad, simbolizada en una mujer con desnuda con un sol en su mano derecha, descubierta por el Tiempo, cuya representación finalmente no fue realizada. Bernini la ejecutó entre los años 1645 y 1652. Galería Borghese de Roma.

Éxtasis de Santa Teresa de Jesús

La obra más célebre de Bernini, verdadero manifiesto del Alto Barroco, preside la Capilla Cornaro de la Iglesia de Santa Maria della Vittoria, en Roma, donde el artista utiliza todos los recursos de su quehacer como escenógrafo, consiguiendo un espacio donde la luz y los efectos de perspectiva dan lugar a resultados de fantásticos destellos. Fue realizada entre los años 1647 y 1651.

Daniel y el León

Obra en mármol que representa al profeta Daniel saliendo ileso del foso de los leones al que había sido arrojado tras el complot urdido por los sátrapas. Realizada en mármol. Basílica de Santa Maria del Popolo de Roma.

 

 
     
     
Sepulcro de Alejandro VII
 
Fuente del Tritón

 

Fuente de los Cuatro Ríos

La más célebre de las fuentes romanas de Gian Lorenzo Bernini, llevada a cabo en el año 1651. Situada en la famosa Piazza Navona, ante la fachada del templo de Sant'Agnese in Agone, fue labrada en travertino y mármol, y supone una verdadera conjunción de soluciones arquitectónicas y escultóricas. En la misma plaza romana se halla la Fuente del Moro, obra de Giacomo della Porta con reformas de Bernini.

Habacuc y el Ángel

Con este grupo, labrado en mármol entre 1655 y 1661, ofrece todo un ejercicio de lo que supone el movimiento del cuerpo humano en un contrapunto pleno de dinamismo entre la figura del profeta, sedente, con el cuerpo casi en el aire, flexionado el tronco hacia atrás y con la pierna izquierda levantada, mientras que el ángel, paralelo a él, se ofrece de perfil en atrevidísimo escorzo. Capilla Chigi de la Basílica de Santa Maria del Popolo en Roma.

Constantino a Caballo

Colosal obra marmórea, labrada entre los años 1655 y 1670, que representa la visión que sufrió el emperador romano Constantino la víspera de la batalla contra Magencio, y que conllevó su conversión al cristianismo y la aparición del Estado Vaticano. Palacio Pontificio de la Ciudad del Vaticano.

Cátedra de San Pedro

Su obra más espectacular y de mayores dimensiones, erigida en el ábside de la basílica vaticana, cuya ejecución le llevó diez años de su vida (1656-1666). Para esta creación, el escultor presentó numerosos bocetos y apuntes que se conservan en diversos museos y, sobre todo, en los archivos de El Vaticano. El monumental conjunto, labrado en mármol, bronce y estuco dorado, tiene en su parte más alta un ventanal con el Espíritu Santo entre grandes rayos de sol plagados de angelitos y flanqueado por otras dos de ángeles mancebos. La silla de San Pedro se yergue entre los cuatro padres de la Iglesia latina y griega: San Agustín, San Ambrosio, San Atanasio y San Juan Crisóstomo.

San Jerónimo y Santa María Magdalena

Ambos santos, representados penitentes, fueron realizados por Bernini entre los años 1661 y 1663 para la Capilla Chigi en la Catedral de Siena. Labrados en mármol, con una altura de 180 cm, introducen la novedad de una mayor estilización que el artista mantendrá hasta el final de sus días.

Pulcino della Minerva

Este singular monumento, diseñado por Bernini, fue ejecutado por su discípulo Ercole Ferrata en el año 1667 siguiendo escrupulosamente las líneas dictadas por el maestro. Representa a un elefante que lleva sobre su espalda un obelisco y simboliza el poder papal. Se halla en la Piazza Santa Maria sopra Minerva de Roma.

Ángeles

Son de mármol y del tipo pasionario: uno de ellos lleva la corona de espinas de Cristo y otro el titulus crucis del madero de la Crucifixión con la inscripción INRI en grandes letras. Realizados entre los años 1667 y 1669, actualmente se conservan en la Iglesia de Sant'Andrea della Fratte en Roma.

Luis XIV a Caballo

Boceto en terracota (76 cm) de una estatua del monarca francés que fue, finalmente, realizada por sus discípulos y que Girardon, al no contar la obra con una acogida favorable en París, transformó en una escultura de Marco Curcio que, actualmente, se conserva en el Museo del Louvre. Galería Borghese de Roma. 1669-1670.

Éxtasis de la Beata Ludovica Albertoni

Una de las últimas esculturas documentadas de Gian Lorenzo Bernini (1671-1674), presenta notables semejanzas con el también marmóreo Éxtasis de Santa Teresa de Jesús. Iglesia de San Francesco a Ripa en Roma.

Sepulcro de Alejandro VII

Al igual que la obra anterior, este monumento funerario, labrado en mármol y bronce dorado, es uno de los últimos trabajos de Bernini (1671-1678). Recuerda al sepulcro de Urbano VIII, si bien son cuatro (Caridad, Justicia, Verdad y Prudencia) y no dos las alegorías representadas en este caso, y el pontífice aparece arrodillado y orante, reflejo de su gusto por la penitencia, la espiritualidad y el pensamiento de la muerte. Se conserva en la Basílica de San Pedro de El Vaticano.

 

 
     
     
David
 
Fauno Burlado por Niños

 

FUENTES: A.A.V.V. "Gian Lorenzo Bernini y su Escuela", en La Escultura Barroca en Italia y Francia, Barcelona, 1996; BORSI, Franco. Bernini, Madrid, 1998; GOMBRICH, Ernst Hans Josef. Reflections of the History of Art. Views and Reviews, Oxford, 1986; SOLANA, Guillermo. Lágrimas de Eros, Madrid, 2009.

 

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