LA PÉRDIDA DE UNA JOYA: EL SANTÍSIMO CRISTO DEL PERDÓN DE LOS SOPRANI
Miguel Ángel Castellano Pavón
Enrique Romero de Torres, en su obra Catalogo Monumental de España. Provincia de Cádiz 1908-1909, editada por el Ministerio de Institución Publica y Bellas Artes en 1934, nos dice, en relación con la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced de la capital gaditana:
"Perteneció a la orden de Mercedarios, que se estableció en Cádiz en el año 1628, en la extinguida ermita de San Roque. La iglesia de la Merced es de una sola nave. En el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, se conserva una comunicación de la Junta de Monumentos Históricos de Cádiz, que al hablar de esta iglesia dice así: "En su retablo mayor, obra del ensamblador Blas de Escobar, hay tres esculturas colosales del célebre José de Arce, que son: "El Padre Eterno", "La Fe" y "La Esperanza". Hay además, otras cuatro esculturas del mismo autor, "San Lorenzo", "Sta. Catalina", "San Antonio Abad" y "Santa María Magdalena".
También habla el autor "de un "San José", escultura de Dña. Luisa Roldan, un pequeño "Apostolado" de la misma artista…" Pero no hemos podido comprobar nada de lo que se afirma -aunque sin prueba documental- en esta comunicación".
Refiriéndose al año 1934, Romero de Torres afirma también lo siguiente: "En la actualidad, las imágenes más interesantes que existen son las siguientes: un Ecce-Homo, en madera, tamaño natural, y otro Ecce-Homo, en busto. Santa Catalina, talla policromada del Siglo XVII. Mide 1,40 m. de alto. Un Santo Cristo, de tamaño natural, y San Serapio martirizado en una cruz de aspa, con la cabeza colgando. Mide 1,55 m. de alto". Sin duda alguna, al mencionar un Santo Cristo de tamaño natural, se esta refiriendo al Cristo del Perdón, ubicado en el altar del crucero de la epístola. Crucificado que presidía el retablo perteneciente a la familia de los Soprani. Imagen desaparecida, desgraciadamente, en los tristes y lamentables sucesos del 8 de marzo de 1936. Existen testimonios escritos, de hacia 1935, de la gran devoción que había en el barrio hacia dicha imagen y la constitución de una cofradía.
En el Diario de Cádiz, con fecha 8 de Abril de 2001, el historiador Juan Antonio Fierro Cubiella dedica una página al respecto, bajo el titulo "El desaparecido Cristo del Perdón de Cádiz", donde se lamenta, ante tan desgraciada perdida, de la no existencia de fotos hasta la fecha, que dieran fe del Crucificado: "Recientemente la aportada por Miguel Ángel Castellano, al que agradecemos su colaboración, así como también a marcar las líneas generales sobre su autoría, nos facilita la labor en la investigación". Para ser fiel a la verdad, dicha foto inédita me fue regalada por Ana de Irigoyen Roldán, y pertenecía a su padre, Mayordomo que fue de la Cofradía Mercedaria. Foto que, no sin sorpresa, he podido comprobar expuesta y dedicada en una Casa de Hermandad de Cádiz.
Amén del anecdotario, en una visita a la Cartuja de la Defensión de Jerez de la Frontera, el 25 de Agosto de 2001, pude corroborar in situ, de la mano del padre Fray Luis, la similitud de la mencionada foto no sólo con el Crucificado que presidía el Refectorio de los Padres Cartujanos, sino a la vez la persistencia del modelo en uno de los apóstoles allí ubicados. Concretamente San Simón, hoy en la Catedral Jerezana, que si bien era conocido por la lectura, en su día, de la tesis doctoral de Esperanza de los Ríos Martínez "José de Arce y la Escultura Jerezana de su tiempo: 1637-1650", desde ese preciso momento la similitud se mostraba rotunda y definitiva.
En la restauración de Nuestro Padre Jesús de las Penas, titular de la Cofradía de la Estrella de Sevilla, por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico ( IAPH) bajo la dirección de los hermanos Joaquín y Raimundo Cruz Solís -llevada a cabo entre los meses de julio de 1996 y febrero de 1997-, se descubrió en el interior de la imagen el documento que acreditaba su paternidad al escultor flamenco. Dicha intervención, así como la reciente restauración por el mismo organismo, con sede en el monasterio sevillano de la Cartuja o de Santa María de las Cuevas, del Crucificado que presidiría el retablo cartujano, nos da pie para constatar tanto la repetición de los modelos de José de Arce, como su probable ejecución del perdido Crucificado del Perdón, joya de la estatuaria policroma gaditana, gracias a la confrontación de los signos establecidos por el crítico italiano Giovanni Morelli, nacido en 1816 y fallecido en 1891, cuando ocupaba un puesto en el senado de su patria.
Morelli encontró un procedimiento de identificación de obras artísticas que, a mi juicio, muestra grandes similitud con el psicoanálisis, ya que éste acostumbraba a deducir rasgos pocos estimados e inobservados, de la observación de cosas concretas o encubiertas, A estos signos se le llaman signos morellianos o grafismos.
Todo lo expuesto sobre el Cristo del Perdón y la posible paternidad de José de Arce sobre el mismo, no es fruto de un proceso de investigación de archivo, sino de un proceso intelectual que intenta reflexionar de forma teórica sobre la esencia de un hecho estético, Esta esencia la captamos en un sentimiento inmediato. Sentimiento de disponibilidad total de nuestro espíritu, para quien el acto de preguntar es como para el cuerpo respirar.
Nota de La Hornacina:
Miguel Ángel Castellano Pavón es
Licenciado en Filosofía y Letras y Miembro del Voluntariado de Patrimonio.
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