CÁDIZ, CIUDAD CONSTITUCIONAL (1812-2012)

CÁRCEL REAL

 

Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

 

 

El proyecto diseñado por Torcuato José Benjumeda, discípulo de Torcuato Gayón, fue censurado el 13 de septiembre de 1792. Los seis dibujos realizados por este arquitecto, quien en 1816 diseñó el Ayuntamiento de Cádiz, con sus correspondientes informes y regulación económica se aprobaron.

Pero la Comisión hizo una serie de advertencias a su proyecto para que las tuviera en consideración a la hora de construir la cárcel: que "suprimiese Benjumeda el primer plinto de la fachada, formando en su lugar un zócalo sin resaltos a la total altura de las gradas, y que sobre las pilastras de los ángulos del pabellón acomodase dos atributos, para que quedase aquella parte debidamente exornada".

Sin embargo, la Cárcel Real gaditana, iniciada en 1794 en un paraje situado junto a la muralla de la ciudad, no se concluyó hasta 1836 por el arquitecto Juan Daura, aunque su actuación está aún por determinar con total exactitud. El edificio, cuya fachada principal con el cuerpo central en avance es de sillares de piedra y mármol, se alza en dos pisos. Tiene planta rectangular con patio central principal y otros dos laterales menores porticados, en torno a los cuales se distribuyen las diferentes dependencias.

Constituye uno de los inmuebles prototípicos de la Ilustración que se construyen en la ciudad. Fue reformado por Cayetano Santaolalla hacia 1890, eliminando el cuerpo superior. En 1990 lo rehabilitó Juan Montes Mieza, por orden del Ministerio de Justicia, para el uso de Juzgados; hasta entonces estaba en ruinas, conservando en pie las fachadas y poco más. Hoy es sede de la Casa de Iberoamérica.

Este edificio, considerado la pieza neoclásica más importante de Andalucía, se construye deficientemente, en plena decadencia de la ciudad. Se empieza a utilizar en 1836 sin que se terminara del todo, pues la última crujía, cercana al mar, no se acabó hasta 1990. El orden de las fachadas es de una gran pureza.

 

Fotografía de http://laciudad.cadiz.es/

 

FUENTES: GARCÍA MELERO, José Enrique. "Las cárceles españolas de la Ilustración y su censura en la Academia (1777-1808)", publicado en Espacio, Tiempo y Forma, UNED, p. 268; JIMÉNEZ MATA Juan y Julio MALO DE MOLINA. Guía de Arquitectura de Cádiz, Cádiz, 1995, pp. 114-115.

 

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