Con el fin de contribuir a que Córdoba sea Capital de la Cultura en el año 2016, se realiza este especial formado por 20 entregas en el que haremos un repaso por el rico patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un interesante recorrido que podrán consultar a través del banner correspondiente en la página principal de contenidos. Al mismo tiempo, tendrán un enlace de cada entrega en la sección Atajos, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

El Palacio de Viana de Córdoba, edificado sobre casas romanas, tiene su origen en el siglo XIV. Sus primeros propietarios fueron los Gómez de Figueroa y Córdoba; más tarde estuvo vinculado a los Marqueses de Villaseca, el primero de ellos, Don Gómez Fernández de Córdoba y Figueroa. A comienzos del siglo XIX, la heredera de este título queda viuda y su hija se casa con un hijo del Duque de Rivas, que tenía ya el título de Marqués de Viana.

En 1980, Sofía Amelia de Lancaster, Marquesa de Viana, al quedar viuda y sin descendientes, vendió la casa a la Caja Provincial de Ahorros (más tarde fusionada con CajaSur, la actual propietaria), firmándose la escritura de venta el 2 de julio de ese mismo año. Inmediatamente este conjunto monumental es objeto de acondicionamiento para su uso museístico, abriéndose al público el 30 de octubre de 1981.

El Palacio de Viana tiene el fuerte atractivo e interés de conservar en su interior la disposición, decoración y conjunto de piezas artísticas que tenía cuando vivían sus anteriores propietarios, sirviendo hoy también como ámbito de actos culturales. Se le considera como prototipo de la gran mansión cordobesa. Su estructura actual es el resultado de sucesivas ampliaciones que han configurado los 6.500 metros cuadrados de su superficie.

El exterior es la parte más sobria, formado por una fachada encalada de dos plantas, en la que sobresale una interesante portada de piedra en ángulo. En ella destaca el cuerpo superior, decorado con figuras de guerreros; es de finales del siglo XVI y se atribuye al arquitecto cordobés Juan de Ochoa. Esta gran portada se incluye dentro de la arquitectura manierista desarrollada en los últimos años del siglo XVI.

En esta espléndida casa solariega se conservan interesantes colecciones de muebles, tapices, azulejos, guadamecíes y un sin número más de enseres. Merecen especial atención sus patios y zonas ajardinadas, con nombres tan evocadores como Patio de la Capilla, de los Jardineros, de la Madama, de las Rejas... La singularidad y belleza que los caracterizan han contribuido a que popularmente se les haya considerado como un verdadero museo del emblemático patio cordobés. El conjunto fue declarado Jardín Artístico el 13 de abril del año 1983.

Igualmente importante es su archivo, que hasta su compra por CajaSur, el 10 de febrero del año 2000, ha estado custodiado por sus propietarios, los Marqueses de Viana; por lo tanto no ha sufrido el destino de muchos otros archivos familiares, más o menos fragmentados a los del Estado formando secciones especiales. Ha corrido la suerte de otros grandes archivos conservados en España por las familias creadoras, caso del de la Casa de Medinaceli, ubicado en la Casa de Pilatos de Sevilla, o el de la Casa Ducal de Alba, en el Palacio de Liria de Madrid.

FUENTES: GÓMEZ CASTILLO, Enrique. "Libros y documentos en la Alta Edad Media. Los libros de Derecho, los archivos familiares", volumen II de las Actas del VI Congreso Internacional de Historia de la Cultura Escrita, Madrid, 2002, pp. 482-485; BAENA ALCÁNTARA, María Dolores. Ruta del Califato: Un Recorrido Histórico-Monumental de Córdoba a Granada, Granada, 2005, p. 203.