Con el fin de contribuir a que Córdoba sea Capital de la Cultura en el año 2016, se realizó este especial formado por 20 entregas en el que haremos un repaso por el rico patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un interesante recorrido que podrán consultar a través del banner correspondiente en la página principal de contenidos. Al mismo tiempo, tendrán un enlace de cada entrega en la sección Atajos, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

Ambos espacios museísticos ocupan lo que fuera el Hospital de la Caridad de Nuestro Señor Jesucristo, institución fundada en el último tercio del siglo XV en la popular Plaza del Potro. Desamortizado el edificio en 1835, en 1682 se decidió instalar allí el Museo Provincial de Bellas Artes, que había sido fundado en 1844. En 1978 quedó adscrito al Patronato Nacional de Museos del Ministerio de Cultura y en 1984 pasó a depender de la Junta de Andalucía. Después de unos años cerrado, para efectuar en él profundas reformas, fue abierto al público a finales de 1986.

Situado frente al Museo de Bellas Artes, el Museo Julio Romero de Torres ocupa el ala derecha del patio y está ubicado en una edificación barroca muy reformada. La fachada lleva la fecha de 1752 y se recubre de pinturas murales con arquitectura fingida. Presenta dos plantas, con portada de medio punto enmarcada por pilastras y coronada por frontón partido. Fue inaugurado en 1951 para honrar la memoria del pintor cordobés, habilitándose también una vivienda para su familia, y así permaneció hasta el fallecimiento de la última hija del pintor. A partir de 1992 ha sido reorganizado en algunas de sus dependencias.

La fachada exterior del Museo de Bellas Artes, que forma uno de los costados de la Plaza del Potro, muestra, a la izquierda, el antiguo pórtico de ingreso a la iglesia del hospital, actualmente cegado. La entrada se hace a través de la portada del lado derecho, diseñada en estilo Neoisabelino por Ricardo Velázquez Bosco y Francisco Javier de Luque (1917-1924). Desde aquí se llega a un patio con fuente al centro, adornado por diversas esculturas.

En la planta baja del Museo Julio Romero de Torres hay dos salas: en una se exponen carteles y reproducciones fotográficas de sus obras más destacadas conservadas en otros museos nacionales y extranjeros; en la otra sala se reúnen muebles antiguos, recuerdos personales, carteles de fiestas y algunos lienzos del pintor. En el piso superior, al que se accede por una escalera de tipo imperial, se exponen algunas de las obras más conocidas del célebre artista y hay una sala dedicada fundamentalmente a sus retratos. También se exhiben bustos de Romero de Torres realizados por los escultores Mariano Benlliure, Juan Cristóbal y Emiliano Barral.

Las colecciones del Museo de Bellas Artes se han ido formando a partir del núcleo fundacional proveniente de los conventos desamortizados, aumentado por compras, depósitos del Museo del Prado, de la Diputación Provincial, del Ayuntamiento y por las importantes donaciones de relevantes personalidades. Estas colecciones se han incrementado con algunas obras donadas por artistas contemporáneos. En la planta baja hay tres salas: en la de la izquierda, la sala IV, que corresponde a la antigua iglesia del hospital, con bóveda pintada en estilo Neobarroco por Rafael Romero de Torres, se exponen obras de artistas como Juan de Valdés Leal, Juan de Mesa o Antonio del Castillo; la sala V alberga piezas de Acisclo Antonio Palomino, Miguel Verdiguier y Pedro Duque Cornejo, entre otros; la sala VI guarda una serie bastante numerosas de piezas, destacando las del escultor Mateo Inurria.

Continuando con el Museo de Bellas Artes, la escalera que comunica con la planta superior está decorada con pinturas murales y va cubierta con artesonado. En la galería se ubica la sala I, que contiene dibujos y grabados de artistas como José de Ribera, Francisco de Goya, Mariano Fortuny o Ramón Casas. La sala II, dedicada al Gótico y al Renacimiento, posee esculturas y obras pictóricas de Alejo Fernández o Baltasar del Águila. La sala III exhibe pintura cordobesa del Manierismo, con obras de Adriano León y Pablo de Céspedes, por citar algunos maestros.