Según Miguel Ángel González (OCD), comisario de la exposición De Claris Mulieribus, esta pieza, que se puede ver en el convento de San Juan de la Cruz (Padres Carmelitas Descalzos) de Alba de Tormes (Salamanca), es una pintura excepcional que tiene como principal peculiaridad iconográfica la presencia de la Virgen María tomando amorosamente entre sus brazos al Bautista recién nacido, quedando así su rostro oculto al espectador.

Isabel, prima de María, es una figura destacada en la tradición cristiana. Era de religión judía y descendía del sumo sacerdote Aarón, hermano de Moisés. Fue esposa de Zacarías, un hombre mudo que residía en Hebrón (ciudad cercana al lago Asfiltites) y la madre de San Juan Bautista, primo y seguidor de Cristo.

Elogian los evangelios el matrimonio de Isabel y Zacarías con gran reverencia. A pesar de ser estéril y de avanzada edad, Isabel recibió la bendición divina de concebir un hijo. Durante una ofrenda de incienso en el altar, un ángel se apareció a su esposo Zacarías, anunciándole que sus peticiones habían sido escuchadas.

Isabel mantuvo su embarazo en secreto durante cinco meses. Su pariente María, al enterarse de la noticia por el arcángel Gabriel, la visitó y permaneció con ella tres meses hasta el nacimiento de su hijo, al que llamaron Juan por mandato divino, un evento que provocó gran entusiasmo.

La obra que nos ocupa, titulada "Santa Isabel dando a luz", está dedicada a la fe y a la perseverancia de la santa mujer, y a celebrar el milagro de su maternidad. Hablamos de un óleo sobre tabla del célebre artista Pedro Machuca (Toledo, hacia 1490 - Granada, 1550), perteneciente a una colección privada.

Pintor y arquitecto, Pedro Machuca es conocido sobre todo por haber erigido el Palacio de Carlos V. Su estancia en Italia, durante la que conoció las obras de Rafael (del que fue ayudante en El Vaticano), Miguel Ángel y Leonardo, así como el contacto que mantuvo con los discípulos de estos grandes maestros que iniciaron la Maniera, le permitieron configurar un renovador estilo que le valió ser considerado una de las "águilas" del Renacimiento hispano.