Presentación

La exposición Figuras doradas: madera y barro hechos carne. Escultura policromada en la Hispanic Society of America, Museo y Biblioteca (Gilded Figures: Wood and Clay Made Flesh. Polychrome Sculpture at the Hispanic Society, Museum & Library) se centra en la escultura policromada, un arte que alcanzó un gran desarrollo en el mundo hispánico entre 1500 y 1800.

Partiendo del legado que dejó su fundador Archer Milton Huntington y de las últimas adquisiciones, el museo de la Hispanic Society cuenta actualmente con una de las mejores colecciones del mundo de un género de escultura que ha sido largamente ignorado, pero que en nuestros días suscita una entusiasta respuesta.

Figuras doradas: madera y barro hechos carne puede visitarse hasta el 9 de enero de 2022 en la Galería del Edificio Este de la Hispanic Society of America, Museo y Biblioteca (613 W, 155th Street, Nueva York). Horario: jueves a domingo, de 12:00 a 18:00 horas. Entrada gratuita. La muestra estará cerrada los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. El 23 de diciembre de 2021, la exposición cerrará a las 15:00 horas.

Introducción

Las esculturas, imágenes de bulto y relieves, que se exhiben en Figuras doradas: madera y barro hechos carne. Escultura policromada en la Hispanic Society of America, Museo y Biblioteca provienen de una tradición marcadamente distinta de la estética neoclásica, que apreciaba el mármol y la piedra sin policromar.

En el mundo hispánico, fue muy habitual que escultores y pintores colaboraran en la producción de unas imágenes sacras que aspiraban a ser veraces y realistas. Aunque a menudo se ha pasado por alto, los pintores desempeñaban un importante papel en la búsqueda de estos efectos, demostrando su talento en la pintura de las encarnaciones y los elaborados diseños en las prendas.

Los artistas crearon estas obras maestras para la Iglesia Católica, que buscó enseñar e inspirar a los fieles en los caminos de la fe. Aunque la tradición comenzó en la Península Ibérica, los eclesiásticos la llevaron al Nuevo Mundo, donde jugó un papel importante en su esfuerzo por convertir a los indígenas a una nueva fe.

El hecho de que casi todas las imágenes representen a santos de origen europeo de piel clara reforzó la imposición de la visión del mundo occidental a las poblaciones colonizadas.

Gótico y Renacimiento

La exposición Figuras doradas: madera y barro hechos carne. Escultura policromada en la Hispanic Society of America, Museo y Biblioteca comienza con obras maestras del Gótico tardío y del Renacimiento temprano de los mejores escultores de Castilla. Entre ellas, sobresale un monumental y soberbio relieve de la "Resurrección de Cristo" atribuido a Gil de Siloé, el cual revela el deslumbrante talento de los artistas del periodo.

La forma decisiva en que los modelos italianos dieron forma a las creaciones de las siguientes generaciones aparece ejemplificada en los bustos relicarios del siglo XVI de Juan de Juni.

Barroco

El período barroco fue testigo de un florecimiento impresionante en el que figuras como el escultor granadino José de Mora lograron efectos de un naturalismo deslumbrante como se ve en su "San Acisclo", que sigue siendo una excelente pieza pese a las mutilaciones sufridas.

Figuras doradas: madera y barro hechos carne también llama la atención sobre el papel de las mujeres artistas en la época a través de una selección de piezas de las escultoras Luisa Roldán y Andrea de Mena. La primera de ellas logró un éxito espectacular en vida al ascender al puesto de escultora real o escultora de cámara.

América Latina

La última sección de la muestra Figuras doradas: madera y barro hechos carne se centra en la escultura creada en América Latina durante el período colonial, con obras de madera policromada que se caracterizan por una impresionante gama de tamaños y emociones.

Un monumental relieve mexicano del siglo XVI que representa a "Santiago matamoros" revela cómo los modelos españoles fueron trasplantados y adaptados a las necesidades de la Iglesia católica al embarcarse en una campaña para convertir a los indígenas.

Además de México, Ecuador fue testigo de un florecimiento de la escultura policromada en la que los escultores de Quito produjeron obras magistrales, pintadas con una vívida atención al detalle. Obras como la "Virgen de Quito" o "San Miguel Arcángel" muestran los poderosos efectos que lograron estos talentosos artistas.

La exposición concluye con quizás la muestra más dramática de esta escuela: "Los cuatro destinos del hombre" de Caspicara. Con estas figuras, el escultor representa una variedad de emociones con habilidad consumada y un toque delicado como parte de una lección teológica para inspirar a las personas a perseverar en su fe.