TESOROS DE LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA
07/04/2017
Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares Diego Velázquez |
Presentación El Museo Nacional del Prado de Madrid, con el patrocinio en exclusiva de la Fundación BBVA, ofrece al público la excepcional oportunidad de disfrutar de más de 200 obras pertenecientes a The Hispanic Society of America, institución con sede en Nueva York creada para la divulgación y estudio de la cultura española en los Estados Unidos. La Hispanic Society posee la más importante colección de arte hispano fuera de nuestro país, con más de 18.000 piezas que abarcan del Paleolítico al siglo XX, y una biblioteca extraordinaria con más de 250.000 manuscritos y 35.000 libros raros, entre los que se incluyen 250 incunables. Ninguna otra institución en el mundo, incluyendo España, permite por sí sola un recorrido tan completo por nuestra historia, arte y cultura. Piezas arqueológicas, escultura romana, cerámicas, vidrios, muebles, tejidos, metalistería, arte islámico y medieval, obras del Siglo de Oro, arte colonial y del siglo XIX latinoamericano y pintura hispana de los siglos XIX y XX se muestran en un recorrido cronológico y temático donde la pintura española, con obras tan relevantes como La Duquesa de Alba de Goya o Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares de Velázquez, entabla un fascinante diálogo con las colecciones del Prado. Hasta el 10 de septiembre, el Museo del Prado acoge, en las salas A, B y C del edificio Jerónimos, los tesoros del Museo y Biblioteca de la Hispanic Society, una institución centenaria, ubicada en la parte alta de Manhattan, en Nueva York, que abrió sus puertas en 1904 por el empeño personal de Archer Milton Huntington (1870-1955). Este coleccionista e hispanista americano quiso crear una institución que, a través de una biblioteca y unas colecciones de arte elegidas de manera erudita y sistemática, fomentara la apreciación rigurosa de la cultura española y profundizara en el estudio de la literatura y el arte de España, Portugal y América Latina. Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico propone, a través de más de 200 obras que incluyen pinturas, dibujos y esculturas, piezas arqueológicas y de artes decorativas, además de textiles y mobiliario y manuscritos y documentos de su biblioteca, un fascinante recorrido cronológico y temático por lo más representativo de sus vastas colecciones. Con la presentación de esta muestra, que ocupa todas las salas de exposiciones temporales de su ampliación, el Museo del Prado -como ya hiciera con El Hermitage en el Prado en 2012 (ver enlace)- brinda a sus visitantes el privilegio de disfrutar de un museo dentro de otro. En este caso, la reforma de la sede de la Hispanic Society permite traer a España lo mejor de sus extraordinarias colecciones de arte español y arqueología, así como significativas piezas de arte islámico, colonial y del siglo XIX latinoamericano que, junto a documentos y libros manuscritos, ilustran el espíritu de su fundador. Muchas de las obras que se presentan no se habían hecho públicas hasta ahora o permanecían inéditas, como los Relicarios de Santa Marta y Santa María Magdalena de Juan de Juni, o el grupo de madera policromada, vidrio y metal titulado las Postrimerías del Hombre, atribuido al ecuatoriano Manuel Chili, Caspicara; y otras, se han recuperado recientemente como el extraordinario Mapa de Tequaltiche, que se creía perdido. Sin embargo, y por encima del valor individual de cada obra, la contemplación de este conjunto excepcional contextualiza la magnitud de una riquísima historia de más de tres milenios de cultura hispánica en la Península Ibérica, América y Filipinas, la calidad de una colección que ningún otro museo fuera de España puede igualar, y la pasión de un coleccionista que puso todos sus recursos y conocimientos al servicio de la idea de crear un museo español en América. La extraordinaria selección de pintura incluye obras maestras como Retrato de una niña, de Camillo Astalli y Gaspar de Guzmán, la Piedad del Greco, El hijo pródigo de Murillo, Santa Emerenciana de Zurbarán o la emblemática Duquesa de Alba de Goya, expresamente restaurada para la ocasión en el Museo del Prado con la colaboración de Fundación Iberdrola España. A estas obras se unen otras representativas del modernismo y posimpresionismo español de Zuloaga, Sorolla o Santiago Rusiñol. La selección de esculturas incluye, entre otras, la efigie de Mencía Enríquez de Toledo del taller de Gil de Siloé, la terracota de Luisa Roldán, el Matrimonio místico de Santa Catalina, o San Martín, una talla policromada de mediados del siglo XV. La exposición muestra también una importante selección de piezas arqueológicas, entre las que destacan joyas celtibéricas, cuencos campaniformes y un broche de cinturón visigodo. Completa el recorrido una significativa selección de artes decorativas, con piezas de orfebrería renacentista y barroca, cerámica de Manises, Talavera y Alcora, o un delicadísimo p íxide de marfil con monturas de plata dorada. Junto a ellas, curiosas piezas textiles como un fragmento de la túnica del príncipe Felipe de Castilla y una pieza de seda nazarí. Los imponentes fondos de la Biblioteca de la Hispanic Society se muestran en Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico mediante un gran montaje que permite apreciar en todo su esplendor manuscritos tan relevantes como el Privilegio emitido por Alfonso VII rey de Castilla y León, las excepcionales Biblia sacra iuxta versionem vulgate y Biblia hebrea; cartas únicas como las Instrucciones del Emperador Carlos V a su hijo Felipe, la Carta dirigida a Felipe II de Isabel I, reina de Inglaterra o la Carta manuscrita, firmada "Diego de Silva Velazquez", para Damián Gotiens; y destacados ejemplos cartográficos como el Mapamundi portolan, quince cartas manuscritas iluminadas, de Battista Agnese, o el Mapamundi de Juan Vespucci. |
Archer Milton Huntington José María López Mezquita |
Archer Milton Huntington Archer Milton Huntington, hijo de una de las mayores fortunas de los Estados Unidos de América, cultivó desde su adolescencia un profundo interés por el mundo hispánico. La educación recibida y las vivencias adquiridas durante sus numerosos viajes a Europa despertaron su interés por el coleccionismo, siempre encaminado a la creación de un museo. Huntington formó en apenas cuarenta años una biblioteca y un museo concebidos para alentar el estudio del arte hispánico a través de colecciones importantes tanto por la cantidad y calidad de las piezas como por el amplio período que abarcan. Paralelamente, desarrolló una importante labor editorial para poner al alcance de los hispanistas libros raros y manuscritos en ediciones facsímiles. Huntington basó además su política de adquisiciones en una decisión meditada, priorizando la compra de obra fuera de España para no privar al país de sus tesoros artísticos. Puede afirmarse, como hizo Jonathan Brown, que Huntington convirtió la Hispanic Society en la depositaria enciclopédica de la cultura plástica y literaria española. Huntington fue una de las personas que más hizo progresar el hispanismo en Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX, mereciendo por ello el reconocimiento de renombradas universidades americanas. Participó también activamente en patronatos de numerosos museos españoles y fue elegido miembro de las principales reales academias españolas. Esta muestra rendirá tributo a Huntington y a la labor realizada por la Hispanic Society Museo y Biblioteca en la divulgación y estudio de la cultura española en los Estados Unidos de América. |
Cáliz ¿Anónimo segoviano? |
La exposición La primera parte de la exposición (salas A y B) propone un recorrido cronológico y temático por la producción artística en España y América Latina, con piezas arqueológicas procedentes de yacimientos de la península, escultura romana, magníficos ejemplos de cerámicas, vidrios, muebles, tejidos, metalistería y joyas islámicas y cristianas medievales así como del Siglo de Oro. Particular relevancia tiene la pintura española, en diálogo con las colecciones del Museo Nacional del Prado, y el arte colonial, estrechamente conectado con la producción artística en la península. Incluirá también un ámbito dedicado a la biblioteca de la Hispanic Society, una de las más importantes del mundo, que da idea de los recursos que ofrece para la investigación de la historia y la cultura de España, Portugal y sus colonias. La planta superior (sala C) ofrece una amplia selección de la mejor pintura española del siglo XIX y principios del XX, así como una excepcional galería de la flor y nata de la intelectualidad española de la época, con la que Huntington trabó una estrecha relación. Tras la Primera Guerra Mundial, Huntington frenó su búsqueda de adquisiciones para la Hispanic Society, pero mantuvo vínculos con el arte español a través de varios pintores, principalmente Sorolla, a quien encargó la famosa serie de las Regiones de España para la Hispanic Society. En la sala D se proyecta un documental que acompaña a la exposición y que, dirigido por Francesco Jodice, trasladará al visitante al Nueva York de principios del siglo XX y narrará la historia la Hispanic Society a través de la pasión coleccionista de su fundador el gran filántropo Archer Milton Huntington. |
La Duquesa de Alba Francisco de Goya |
La Hispanic Society. Museo Español Huntington plasmó en la Hispanic Society su amor por España y el castellano, lengua en la que escribió versos, y lo hizo cuando la imagen de este país pasaba por sus horas más bajas en los Estados Unidos, tras la guerra de 1898. La institución presentaba, cuando se inauguró, muchos aspectos novedosos, sobre todo la idea de procurar una aproximación integral a la historia de España, lo que explica su naturaleza dual como museo y biblioteca, y su afán por erigirse en un centro activo en la investigación y difusión de la cultura española. El resultado fue deslumbrante, pues ninguna otra institución, en España o fuera de ella, proporciona una visión tan completa del mundo hispánico, ya sea por su ambicioso alcance geográfico, al incluir América, Portugal y Filipinas, como por su dilatada cronología, que abarca desde la Edad del Cobre hasta los inicios del siglo XX. La amplitud de horizontes de la Hispanic Society no debe hacer olvidar al público que nació con una vocación claramente contemporánea. Huntington trabó amistad con los principales intelectuales españoles de su época, cuyos retratos reunió, y para él trabajaron artistas de vanguardia como Zuloaga, y sobre todo Sorolla, a quienes promocionó en los Estados Unidos. En su afán por proporcionar al público americano una visión integral de la historia de España, Huntington concibió un museo de amplísima cronología, que inicia sus colecciones en el segundo milenio antes de Cristo, con uno de los más completos conjuntos cerámicos de la cultura campaniforme, prosigue con ricas piezas de metalistería celtíbera, y concluye su recorrido por la Antigüedad con un impresionante elenco de obras romanas en diferentes medios y técnicas. Algunas de estas piezas se encontraron en excavaciones patrocinadas por Huntington, como las de la antigua ciudad romana de Itálica; otras muchas fueron adquiridas en el extranjero, como las del yacimiento del Acebuchal, cerca de Carmona, en el quicio de los siglos XIX al XX. Las excepcionales colecciones de arte medieval de la Hispanic Society abarcan las diferentes culturas que se sucedieron en la Península Ibérica entre los siglos V y XV. Especial relevancia posee el arte hispanomusulmán, una de las pasiones de Huntington, quien compaginó el estudio del castellano y el árabe y que, contrariamente a la opinión mayoritaria en la época, creía que la herencia islámica en España era tan relevante como la cristiana. Este planteamiento explica que, junto a piezas realizadas en territorios musulmanes, adquiriera otras de naturaleza híbrida, realizadas en territorio cristiano por artesanos musulmanes, como sucede con la loza dorada o de reflejos metálicos de Manises (Valencia). La fascinación de Huntington por la lengua y literatura españolas, y el afán por procurar una visión integral de nuestra cultura, explican su empeño por contar con una excelente biblioteca. La estrategia que siguió fue adquirir bibliotecas privadas, como la del marqués de Jerez de los Caballeros, entonces la mejor de fondo antiguo español tras la Biblioteca Nacional de España (BNE), pero sin renunciar al mercado especializado (el librero alemán Hiersemann le proporcionó miles de obras singulares con anterioridad a la Primera Guerra Mundial). El resultado es fabuloso: 300.000 volúmenes y 1.500 publicaciones periódicas, incluyendo unos 150.000 manuscritos y libros raros anteriores a 1701, de los cuales 250 son incunables (impresos antes de 1500). |
Los desposorios místicos de Santa Catalina Luisa Ignacia Roldán |
El Siglo de Oro Si un período del arte hispano era conocido y apreciado en el extranjero cuando Huntington empezó su actividad coleccionista, ese era el Siglo de Oro, principalmente su pintura. Murillo y Velázquez figuraban ya en los mejores museos del mundo, y a ellos se añadirían pronto el Greco y Zurbarán. La Hispanic Society posee excelentes obras de todos ellos, así como de Luis de Morales, Alonso Cano o Valdés Leal, pero destacan sobremanera sus tres lienzos de Velázquez, dos de ellos expresamente restaurados para la ocasión con la colaboración de la Fundación Iberdrola España como protector del Programa de Restauración del Museo del Prado. El panorama se completa con la presencia de artistas extranjeros fundamentales en el devenir de la pintura española como Antonio Moro o Rubens, ya sea a través de pinturas o de cartas. El Siglo de Oro no fue solo pictórico, y su sensibilidad y excelencia se reflejó en otras actividades artísticas como la cerámica, la orfebrería o la escultura. De esta última se incluyen adquisiciones recientes, como el San Acisclo de Pedro de Mena o los Desposorios de Santa Catalina de Luisa Ignacia Roldán, que atestiguan la actual fascinación internacional por la escultura policromada, minusvalorada hasta fecha reciente. |
Postrimerías del Hombre Atribuido a Manuel Chili, Capiscara |
España y América Huntington creía que la historia y la cultura española posterior al siglo XV eran indisociables de América. Fue él quien inició las colecciones de arte colonial, que no han dejado de aumentar desde entonces, en paralelo al creciente protagonismo de la población hispana en los Estados Unidos. Las colecciones de arte americano son muy ambiciosas por cronología, técnicas y medios. Incluyen pinturas, esculturas y obras sobre papel, pero sobresalen las artes decorativas, donde mejor se aprecia el genio creativo de los artesanos indígenas, que supieron adaptar las formas europeas a sus materiales y técnicas tradicionales, al tiempo que asimilaban motivos y materias procedentes de Asia. El siglo XVIII fue testigo en América del reformismo borbónico y la introducción de ideas e instituciones nacidas de la Ilustración, pero también de la progresiva consolidación entre las élites criollas de un fuerte sentimiento de identidad que culminó, en las primeras décadas de la siguiente centuria, en los movimientos emancipadores. Algunos hitos de esos fenómenos fueron la voluntad taxonómica de las pinturas de castas, la instauración de academias de la mano de artistas peninsulares, y el orgullo ciudadano de unos criollos que, tras la Independencia, se erigirían en dirigentes de las distintas repúblicas. |
La familia del torero gitano Ignacio Zuloaga |
España moderna La invasión napoleónica, las independencias americanas y la muerte del rey Fernando VII marcaron un punto de no retorno en la historia de España. Podría afirmarse que con estos acontecimientos se puso fin a un "largo siglo XVIII" que había sido testigo del advenimiento de la dinastía borbónica al trono, del reformismo ilustrado de inspiración europea y de los planes de modernización del país -presentes en la exposición a través de las piezas de las reales manufacturas de loza y porcelana de Alcora, de la porcelana del Buen Retiro o del vidrio de La Real Granja de San Ildefonso-, pero también de reacciones castizas como el "majismo", soberbiamente captado por Goya en su Retrato de la duquesa de Alba. En la colección formada por Huntington a partir de la primera década del siglo XX la pintura española de los siglos XIX y XX tuvo una relevancia especial. Eligió obras de artistas destacados ya fallecidos, como Federico de Madrazo o Mariano Fortuny, pero las más numerosas fueron las que adquirió a artistas vivos. Interesó sobre todo al coleccionista la aproximación por parte de los pintores a los paisajes y tipos españoles. Justo en unos años de transformación profunda del país, aquel empeño revelaba una búsqueda de lo que se consideraba más auténtico y esencial de España. Era muy importante para el coleccionista que el conjunto diera cuenta de la diversidad entre las diferentes regiones, pensamiento que guió también el encargo al pintor valenciano Joaquín Sorolla de la famosa Visión de España. Constituyó así un amplio conjunto, profundamente singular, con una significación precisa: la de una colección formada en Nueva York a través de una nueva mirada, procedente de la joven potencia vencedora en la guerra de 1898 y llena de admiración hacia una nación de rico pasado histórico y cultural. |
Píxide Jalaf (activo en Medina Azahara en 966) |
Documental Como hemos comentado antes, la exposición se complementa con la proyección de un documental en la Sala D, producido por el Museo del Prado y patrocinado por la Fundación BBVA. Bajo la dirección artística de Francesco Jodice, la cinta traslada al visitante al Nueva York de principios de siglo, momento y lugar claves para la historia de la Hispanic Society. Este documental contextualiza el origen de la temprana vocación coleccionista de Huntington; la construcción e inauguración de la sede de la Hispanic Society; su colección y el fantástico fondo de su biblioteca; sus relaciones con España a través de Alfonso XII y los grandes intelectuales españoles de la época; su amistad con Sorolla en Nueva York; y la filantropía de este gran mecenas que quiso mantener el anonimato durante toda su vida. Todo ello relatado por su director actual, Mitchel Codding -que además es comisario de la muestra-, el presidente del patronato Philippe de Montebello y los conservadores. El documental, de 20 minutos aproximados de duración, ha sido rodado entre Nueva York y el Museo Nacional del Prado de Madrid, en inglés con subtítulos en español. |
Torso de Diana cazadora Periodo Antonino (Roma) |
Catálogo El catálogo de la exposición cuenta con la colaboración de reconocidos especialistas. El texto del comisario gira en torno a la figura de Huntington y los orígenes de la Hispanic Society. Se incluyen también otros dos ensayos, el primero, de María Dolores Jiménez-Blanco, recorre la historia del coleccionismo de arte español en América; el segundo, obra de Patrick Lenaghan, narra la relación de Huntington con Sorolla y Zuloaga. Las fichas son obra de Constancio del Álamo, Marcus B. Burke, Mitchell A. Codding, Patrick Lenaghan, Margaret E. Connors McQuade y John O'Neill, conservadores de la Hispanic Society of America. |
Biblia Hebrea España y Portugal |
Horarios: Paseo del Prado, s/n. Lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 19:00 horas.
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