PEQUEÑOS MISTERIOS DE HERNÁNDEZ NAVARRO
José María Cámara Salmerón (16/11/2024)
Presentación Desde el pasado 7 de noviembre, el Conjunto Monumental de San Juan de Dios de Murcia (Calle Eulogio Soriano, s/n) acoge Pequeños misterios de Hernández Navarro, una exposición retrospectiva sobre la obra belenística del escultor José Antonio Hernández Navarro. 31 grupos de once propietarios en los que el público visitante podrá conocer todas y cada una de las etapas creativas de, a nuestro parecer, el último gran escultor del siglo XX. Cada año, la Peña Sociocultural La Pava de Murcia convierte el céntrico museo murciano en una visita indispensable tanto para propios como extraños. La instalación en este espacio museístico de su belén hace que se cuenten por centenares las personas que pasan por este lugar durante las fechas navideñas. Gran culpa de ello, además del trabajo de la propia peña, lo tiene Hernández Navarro, que, desde sus inicios allá por la década de los 80, ha ido dando cuerpo al belén a través de la ejecución de numerosos grupos, dotando al conjunto expositivo de un valor e identidad sin igual en toda la Región de Murcia, al menos con carácter público. Ahora, 50 años después, es la peña citada anteriormente la que devuelve, con creces, todo el trabajo realizado por Hernández Navarro a lo largo de su prolífica trayectoria. Esta antológica puede visitarse hasta el 30 de noviembre en horario de martes a sábado de 10:00 a 13:00 y de 17:00 a 20:00 horas, domingos y festivos de 10:00 a 13:00 horas, y lunes cerrado. |
Introducción Bajo la labor de comisariado de D. Pablo Espinosa, discípulo de Hernández Navarro, el visitante de Pequeños misterios de Hernández Navarro se encuentra en ante un espacio expositivo en el que, de manera circular, y ubicado en el espacio central del edificio, se disponen a ambos lados las figuras y grupos que, bajo selección del propio autor, destacan por su técnica, ejecución y originalidad. 31 grupos donde podrán conocer todas y cada una de las etapas creativas del escultor de Los Ramos, desde sus inicios, allá por los 80, hasta su presente más acuciante. De sus primeros brotes como escultor y su entrada en contacto con los talleres belenísticos de Serrano Moñino y la familia Griñán hasta las últimas piezas realizadas antes de su jubilación. |
Influencias Pequeños misterios de Hernández Navarro, sin lugar a dudas, se erige como una oportunidad única para entender la obra de Hernández Navarro; pero no solo entenderla, sino también para valorar la evolución de este escultor, que, como señaló a este mismo medio en la entrevista que se le realizó en 2022, se define como claro seguidor de la obra de Capuz:
En efecto, el espectador se halla ante una muestra en la que el regusto a Salzillo, tan presente en la primera época de Hernández Navarro, se muestra visible en la ejecución de números ángeles, arcángeles e incluso en el modelado de la cabeza de San Joaquín, propiedad de José Antonio García. Así, si Salzillo aparece en los grupos realizados en los 80 y los 90, las influencias de José Capuz o Juan González Moreno son una constante en los simulacros presentes en la muestra, encontrando ciertas concomitancias con las obras de ambos autores modernistas, sobre todo en detalles como la estofa o los tonos polícromos, entre otros. |
De lo pasional a lo belenístico Por otro lado, y tal y como comentábamos anteriormente, el espectador se sitúa ante una privilegiada escena en la que, a través de lo expuesto, podrá conocer, ya no solo la trayectoria del autor, sino también el cómo y el porqué de muchas de las cuestiones que rodean los grupos procesionales de Hernández Navarro, trasladadas esas cuestiones al mundo de lo belenístico. Si la traslación del entorno y de la propia vida del autor -a través de sus amistades, entornos y espacios- constituye un eslabón esencial para entender la obra de Hernández Navarro, no menos importante es cómo nuestro autor hace de sus grupos belenísticos -no solo en los de la Pava, sino también en belenes como el de la familia Carrillo (Cieza) o el de la familia Ruiz Fernández (Molina de Segura)- verdaderas imitaciones de sus laureados conjuntos o figuras procesionales. En efecto, el dominio del espacio y la escenografía que muestra en sus grupos procesionales, señalado por Zaragoza (1996), así como, según Zambudio (2008), "la armonía de líneas, el estudio de las proporciones y la suavidad en sus representaciones anatómicas", también son trasladados al mundo del belenismo, encontrando en esta exposición grandes grupos belenísticos, tanto en calidad como en composición. Sirvan de ejemplo el grupo de "El Milagro de las espigas de trigo" del Belén Carrillo de Cieza o "La Matanza de los Inocentes" del Belén de la Pava. Además, esa traslación de lo pasional a lo belenístico queda ampliamente manifestada en Pequeños misterios de Hernández Navarro, permitiendo al espectador el descubrimiento de centuriones romanos que, perfectamente, podrían estar sacados de pasos tan célebres como "La Flagelación" de Zaragoza. También encontramos representaciones de la Virgen María que nos retrotraen hacia la época de máximo esplendor de Hernández Navarro, los años 2000, y nos recuerdan a piezas marianas como la del paso "Encuentro de Jesús y María en la Calle de la Amargura", de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y Santísima Virgen del Amor Hermoso (Cieza), o "Nuestra Señora de la Amargura", de la Cofradía del Santísimo Cristo del Despojo de Valladolid. Por último, también están presentes esos personajes secundarios tan asiduos y dominantes en sus grupos procesionales, haciéndose igualmente visibles en los belenes de Hernández Navarro; de hecho, pastores y sayones nos recuerdan, indudablemente, a pasos procesionales como "La Imposición del Primado", de la Cofradía California (Cartagena), o "La Santa Cena", de la cofradía homónima de Elda. |
Conclusiones En definitiva, Pequeños misterios de Hernández Navarro constituye una oportunidad imperdible de estudiar, conocer y adentrarse en la obra escultórica de un autor que, con su trabajo a lo largo de más de cincuenta años, ha favorecido el mantenimiento de algo tan arraigado en el acervo cultural de la Región de Murcia como es el belenismo. |
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