LA SEMANA SANTA 2013 A TRAVÉS DE SUS ESCULTORES (I)
Fotografías de Alfonso Vidán Díaz. Con información de Sergio Cabaco y Jesús Abades
LA ENTRADA EN JERUSALÉN |
Gabriel Cuadrado En el verano del año 1982, tras el incendio que arrasara la capilla de la Hermandad de la Borriquita, se formaliza el contrato entre el escultor Gabriel Cuadrado y la Hermandad de la Borriquita de Alcalá de Guadaíra para la realización del Señor y el misterio completo de la Entrada Triunfal en Jerusalén. A excepción del niño hebreo, realizado por Jesús Curquejo en 1993, son obras de Gabriel Cuadrado del año 1982 el Santísimo Cristo de la Bondad (contratado en agosto de 1982 y bendecido en 1983, año en que efectuó su primera salida), al igual que el apostolado (San Pedro, Santiago Apóstol y San Juan), un fariseo, una mujer hebrea, la burra que monta Jesús y la pequeña borriquita. En el misterio alcalaíno de la Sagrada Entrada en Jerusalén, Gabriel Cuadrado representó un pasaje inédito en la Semana Santa andaluza: Jesús entra triunfante en Jerusalén y a su paso sale un fariseo que le recrimina el alboroto que forman sus discípulos. Jesús se vuelve y le responde "Créeme, en verdad os digo que si éstos callaran, clamarían las piedras". De esta manera, el rostro de Jesús triunfante y el gesto de bendecir de otras localidades se convierte en Alcalá de Guadaíra en un Jesús de rostro angustiado, en diálogo con el fariseo al que vuelve el rostro. Espectacular era este diálogo visto desde la trasera del paso ya que el imaginero realizó un gran trabajo en la imagen del fariseo, tremendamente expresiva, mirando a la cara al Señor. Con el estreno en el año 2005 de un nuevo paso de mayores proporciones, una comisión de expertos integrada, entre otros, por el escultor Juan Manuel Miñarro y el bordador Francisco Carrera Iglesias, varió la composición original de Gabriel Cuadrado para dar mayor protagonismo al Cristo; que ha sido restaurado por el propio Miñarro en 2000 y 2008 para realizarle un nuevo cuerpo en madera de cedro con el fin de recibir culto de pie y repararle principalmente una fisura en la espalda, respectivamente. (www.lahornacina.com/articuloscuadrado.htm y www.lahornacina.com/semblanzascuadrado.htm) |
LA ÚLTIMA CENA |
Miguel Bejarano Desde una óptica eclesial, pensando en lo más favorable para que una cofradía de penitencia con carácter sacramental cumpliera con ese fin fundamental que es ofrecer una catequesis visual al pueblo sevillano de Dos Hermanas durante los días santos de la Semana de Pasión, los hermanos de la misma ofrecen a la contemplación de los fieles un momento fundamental de la vida de Jesús, el de la Santa Cena, aquel en que el Salvador nos deja el memorial de su Pasión. El engarce con el culto a Jesús vivo en la hostia, a Cristo presente en el Santísimo Sacramento del Altar, propio de una Hermandad Sacramental, se refuerza con la adopción de este título, meditado por un lado pero aceptado sin reservas ni fisuras por otro. El 8 de diciembre del año 1997 se bendeciría el Cristo de la Sagrada Cena, obra del escultor hispalense Miguel Bejarano Moreno (Sevilla, 1967), quien realizó todo el Apostolado completo del misterio así como los otros dos titulares de la corporación de Dos Hermanas -Jesús Humillado y la Virgen del Amparo-, cuyo esquema procesional sigue el de la Cofradía de la Cena de la capital hispalense, que el 27 de marzo del año 1992 envió una carta de apoyo ofreciendo su ayuda. El modelo sevillano siempre se encuentra presente en el desarrollo de la Semana Santa nazarena, a pesar de las innegables peculiaridades que tiene la misma. (con información de www.doshermanas.com) |
LA ORACIÓN EN EL HUERTO |
Manuel Pineda Calderón La iconografía nos muestra a Jesús en la escena evangélica de su Oración en el Huerto, de rodillas, mirada elevada al cielo, cabeza hacia atrás, implorando al Padre. La hechura cristífera, titular de la Hermandad del Rosario de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), fue entregada el 30 de enero del año 1967. Es por tanto la última imagen de Cristo ejecutada por Pineda Calderón (murió en 1974) para su localidad natal. Culmina así toda una vida artística dedicada a plasmar el rostro del Nazareno en múltiples pasajes de su vida. Mide 155 cm de altura y se halla labrada en madera de ciprés y pino de Flandes para vestir. Su expresión es de gran patetismo, producido por unos rasgos muy dolorosos. Desgraciadamente solo tiene anatomizada y encarnada la región clavicular y no el resto del torso. Los brazos, articulados, se abren en actitud orante. Las manos, igualmente abiertas, aparecen con las palmas hacia arriba. También lleva encarnados los pies, que por la postura muestran la planta surcada por pliegues y arrugas transversales, debido a la colocación del dorso contra el suelo. La postura original se vio alterada por la colocación de una cuña en la parte trasera de la peana, pues la inclinación hacia atrás de su cabeza dificultaba la visión del hermoso rostro debido a la altura del altar; con dicha reforma, no solo de carpintería, se consiguió que se pudiera ver mejor su expresión. La encarnadura es bastante morena, estando matizada por toques sanguinolentos. Le acompaña el ángel confortador elevado en una nube, con la rodilla izquierda genuflexa, mostrando en su mano derecha el cáliz que refiere el relato evangélico, y en la izquierda una cruz, en ambos casos de orfebrería. En la espaldas las alas, hacia arriba la izquierda y hacia abajo la derecha. El ángel, realizado con los mismos materiales que el Cristo, debió entregarse en marzo del año 1940. (GARCÍA GARCÍA, Juan Jorge. El Escultor Manuel Pineda Calderón (1906-1974), Sevilla, 2005, pp. 70-74). |
EL BESO DE JUDAS |
Ángel y Manuel Ortega Alonso El misterio de la cofradía jerezana de la Clemencia representa el instante en que Judas Iscariote irrumpe con la soldadesca en el Huerto de los Olivos y se dispone a identificar a Jesús. El Varón, robusto y de recios rasgos, muy inspirados en las obras del maestro Luis Ortega Bru, aparece de pie, con la cabeza ladeada hacia la izquierda y la mirada, aturdida por la irrupción, hacia el frente. Cabello y barba, sesgados y abundantes, se organizan en gruesas y onduladas matas de pelo. Los ojos, surcados por marcadas bolsas y ojeras, y las pestañas son policromados en la madera. La nariz es hebraica, los pómulos se presentan salientes y los labios, jugosos y entreabiertos, dejan ver los dientes tallados en su interior. Los brazos se disponen alineados con el cuerpo, en actitud de resignada sumisión ante el fatal destino, de ahí que también las manos se muestren extendidas, con los dedos de la izquierda levemente flexionados. La imagen, de talla completa, aparece revestida en la procesión con túnica de terciopelo burdeos, bordada en hojilla de oro por Pedro Pablo Gallardo (2008). El Cristo de la Clemencia fue labrado en 1993 empleando madera de cedro policromada. Lleva potencias de plata dorada, cinceladas por Joaquín Ossorio (2004). En el año 1996 fue intervenido por sus propios autores, quienes cambiaron sus brazos fijos por otros articulados. Le acompañan en el misterio Judas Iscariote (2004), de Ángel y Manuel Ortega Alonso, así como San Pedro, Santiago Apóstol, San Juan Evangelista, un sanedrita y un guardia judío (2005-2006), todas ellas realizadas por Manuel, Jesús y Juan Ortega Alonso. De estilo neobarroco, el paso es obra de los Hermanos Caballero (1999-2002), aunque se concluyó en los talleres de Antonio Díaz (2004), donde también se realizó el dorado y se labraron parte de las cartelas (el resto son obra de los hermanos Ortega Alonso). Labrado en cedro, se alumbra con seis candelabros de guardabrisas. Posee faldones-respiraderos bordados en oro y sedas por Fernando Calderón (2003-2005). |
JESÚS CAUTIVO |
Antonio Eslava Representa a Cristo, cautivo y abandonado por sus discípulos, dirigiéndose al palacio del Sumo Sacerdote. El pasaje evangélico se halla recogido en el evangelio de San Mateo: "Entonces dijo Jesús a la turba: ¿Cómo a ladrón habéis salido con espadas y garrotes a prenderme? Todos los días me sentaba en el templo para enseñar, y no me prendisteis. Pero todo esto sucedió para que se cumpliesen las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron" (Mt 26, 55-56). Esta talla en madera policromada del artista carmonense procesiona en el cortejo de la cofradía jerezana del Amor. Labrada en el año 1969, Nuestro Padre Jesús Nazareno Cautivo inclina la cabeza hacia la derecha y dirige la mirada al suelo. Los ojos y las pestañas se hallan policromados. La boca, entreabierta, permite ver los dientes superiores tallados. Las manos se hallan atadas. La imagen, de talla completa y brazos articulados, aparece revestida con escapulario y túnica de terciopelo morado, bordada en oro. |
PRESENTACIÓN AL PUEBLO (ECCE HOMO) |
Antonio Castillo Lastrucci y Alfonso Berraquero Este misterio pertenece a la Cofradía del Ecce Homo de San Fernando (Cádiz). El Cristo es una talla realizada en el año 1968 en los talleres de Antonio Castillo Lastrucci, en madera de pino y policromada de 175 cm de altura, mostrándose de pie, con el torso desnudo, maniatado, azotado, coronado de espinas, cabeza gacha y ligeramente ladeada, mirada baja y expresión resignada. En 1982 fue remodelada por Alfonso Berraquero García; principalmente algunos detalles del rostro y cabellera, repolicromándola de nuevo y dotándola de un realismo más crudo, de mayor dramatismo y fuerza expresiva. Poncio Pilato (1968), también de Castillo Lastrucci, acapara visualmente la composición escénica del misterio. Inclinado hacia adelante y señalando con sus manos al reo, demuestra su autoridad sobre la vida de Jesús. Es de madera de pino y presenta cuerpo esbozado y cabeza, manos y brazos tallados, que fueron retocados por Alfonso Berraquero, autor del resto de las figuras: Barrabás, Claudia Prócula, un miembro del sanedrín, un esclavo africano y un soldado romano (1984-2003). Todas ellas son piezas de talla completa en madera de pino, a excepción del sanedrita que lo es sólo en las partes vistas al público. (con información de www.ecce-homo.es) |
SENTENCIA DE JESÚS |
José Romero Murillo Esta imagen de Jesús Cautivo, de candelero para vestir, descansa sobre peana, en contraposto, apoyado sobre la pierna derecha y adelantando ligeramente la izquierda. Aparece el Señor con las manos atadas (la izquierda sobre derecha) y la cabeza ligeramente inclinada hacia delante y hacia la izquierda. El cabello es de pelo natural. La cara presenta forma de triángulo invertido, reforzado por la barba bífida, la cual se halla formada por dos grandes mechones. La mirada perdida, baja y bondadosa. Los labios finos y algo arqueados, en rictus ligeramente doloroso, enmarcan la parte superior de la dentadura que presenta unos incisivos perfectamente colocados. Los pómulos sobresalientes y la nariz recta. En la policromía destaca la grafía de los regueros de sangre, incluido el que recorre la comisura de la boca. De sus ojos afloran tres lágrimas de cristal que acentúan su relación con la iconografía del Varón de Dolores. La anatomía de pies y manos es correcta pues presenta tendones y venas superficiales bien tallados, nudillos marcados y dedos finos. Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, titular de la Archicofradía de Medinaceli (San Fernando), es obra del ceramista sevillano José Romero Murillo (1944), que en ocasiones cultivó también la imaginería en barro. Su creación fue por tanto trasladada a la madera por manos ajenas, tal vez en el taller de Castillo Lastrucci. Fue profundamente restaurada por Pedro Manzano Beltrán entre los años 2001-2002. Mide 165 cm de altura. (con información de www.hermandades-de-san-fernando.org) |
CALLE DE LA AMARGURA |
Antonio Castillo Lastrucci El único paso de la Cofradía de los Afligidos representa el encuentro de Jesús, cargando con la cruz camino del Calvario, con la Virgen. Contemplan la emotiva escena San Juan Evangelista, Santa María Magdalena -que aparece arrodillada-, Santa María Salomé y Santa María de Cleofás. Señalar que en un principio, y como refleja el contrato original con el artista sevillano, dicha hermandad encargó las imágenes de los titulares -Jesús de los Afligidos y María Santísima de la Amargura-, San Juan Evangelista y Simón de Cirene, desconociéndose los motivos que provocaron el cambio. El Señor de los Afligidos, labrado en madera de cedro por Lastrucci (1943), es un Nazareno itinerante de vestir que posee completamente tallados la cabeza, las manos y los pies, estando el resto del cuerpo esbozado. Mide alrededor de 165 cm de altura. Rodea con su brazo derecho el hombro de María, obra también de Lastrucci (1944) a tamaño natural para vestir (162 cm). En 1979 ambos fueron restaurados por Juan Abascal. Las demás tallas fueron esculpidas igualmente en el taller de Castillo Lastrucci (1944) a excepción del San Juan Evangelista, tallado en el año 2002 por Jesús Méndez Lastrucci, sobrino-bisnieto del anterior. (con información de www.hermandades-de-san-fernando.org) |
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