Jesús Abades y Sergio Cabaco
No nos podemos creer que este sea el primer premio que recibes en tu trayectoria. Pues sí, después de treinta años es el primer premio que recibo, y estoy muy contento porque ha sido el público el que me lo ha otorgado. Cuando te lo conceden los expertos, es algo que también merece mucha consideración, si bien en este caso puede haber ciertos condicionantes, entre ellos el hecho de que la imaginería religiosa siga sin estar tan bien valorada como debiera; pero cuando lo recibes del público, es algo realmente especial, pues es la gente la que encarga y la que va a tener su devoción a la obra que realices. Pese a ser una obra de gran sobriedad y recogimiento, algo distinto a lo que suele hacerse en los últimos años en Sevilla, Jesús de la Esperanza ha gozado de enorme aceptación popular desde el primer momento. La verdad es que sí. No hay más que permanecer un rato en la Iglesia de la Milagrosa para comprobar la cantidad de gente que se acerca a rezarle al Cristo. Yo mismo estoy muy sorprendido, ya que la devoción es algo que se adquiere con el tiempo, mucho tiempo en no pocos casos, pero Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón la ha tenido desde que llegó por primera vez a su parroquia. Trabajar para gente tan ilusionada y entregada como los cofrades de La Milagrosa debió ser un gran estímulo. Totalmente. De hecho, toda la gran ilusión que pusieron en el proyecto me la transmitieron a la hora de ejecutar la pieza. En todo momento he estado y estoy muy a gusto con ellos. ¿Cómo fue ver la imagen de Jesús de la Esperanza en su salida extraordinaria? ¿Qué siente un imaginero cuando ve una de sus obras en la calle, tan arropada por los devotos y siendo objeto de tantos rezos y saetas? Uno no puede evitar siempre pensar en la cantidad de horas de trabajo invertido en cada obra. En el caso de Jesús de la Esperanza fueron horas, además, pasadas con mucha calor, ya que la imagen se talló durante los meses del verano pasado, sin tomarme vacaciones y en pleno verano sevillano. Pero con esta imagen me sucedió algo especial, y fue sentirme como un devoto más entre la multitud. Como ya digo, la devoción se coge con los años, los cultos, las procesiones... pero en este caso, la gran devoción que, desde un principio, ha despertado en la ciudad, que se volcó con la procesión, me hizo sentirme emocionado a la vez que muy satisfecho. También se da la circunstancia que el Cristo se ha hecho para una zona de Sevilla con la que siempre he estado muy vinculado. |
¿Te dejaron los cofrades libertad a la hora de llevar a cabo la imagen? Absoluta libertad. Siempre la suelo tener en las obras que realizo. El único condicionante que se presenta es la iconografía a tratar, ya que cada una posee sus propias particularidades. Por lo tanto, también suponemos que hay libertad en el resto de figuras que acompañará al Cristo. Sí, total libertad también. Ahora estoy con la talla de uno de los soldados judíos que escoltan a Jesús de la Esperanza. El misterio, como ya sabéis, representará el paso de Cristo preso por el puente situado sobre el torrente del Cedrón, camino hacia la casa de Anás, y constará de cinco figuras, sin contar el Cristo y dos animales: un caballo y un perro que también figurarán en la escena. ¿Tomaste algún modelo del natural para modelar la efigie del Cristo? No, no me gusta utilizar modelos del natural porque es algo que me parece una mera copia y resta valor artístico al resultado. Siempre sigo mi propia inspiración y creo que, gracias a ella, he creado un estilo reconocible. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, tu estilo se ha venido bifurcando últimamente en dos líneas: una más dramática y expresionista, más habitual, por así decirlo, en tu trayectoria, caso del también magnífico San Juan Evangelista de Málaga, y otra más delicada e intimista, como la obra premiada o el Nazareno que has labrado recientemente para Jerez de la Frontera. Creo que todo depende del momento. El Cristo de Pasión y Muerte, por ejemplo, fue una obra que me marcó mucho, ya que lo terminé poco después de morir mi madre y se lo dediqué a su memoria. La persona, por muy artista que sea, como es mi caso, no se puede abstraer de sus sentimientos y del estado de ánimo que uno tenga a la hora de labrar cada pieza. Comenzaste a trabajar a los trece años, edad hoy en día muy temprana pero que, en la época de los grandes clásicos de la imaginería, era muy habitual a la hora de entrar como aprendiz en un taller. Exactamente, a los trece años de edad. Mis comienzos fueron muy duros. Recuerdo que la primera gubia me la compré con el primer barrito que me encargaron. Era una época en la que la imaginería no estaba tan bien considerada como ahora, y encima, me han "jubilado" muchas veces con treinta años de trayectoria y tan sólo cuarenta y tres años de edad, pues parece que, cuando realizas una obra muy aclamada, ya no puedes llegar a más en este oficio, algo que es absolutamente falso. |
¿Cuál fue tu maestro en la profesión? Juan Ventura. Con él empecé y de él aprendí el arte de la imaginería, ya que soy un artista sin formación académica. Ello no quiere decir que no la recomiende, todo lo contrario: creo que los jóvenes que empiezan deben formarse en las escuelas, tener su título y luego adquirir la práctica en un taller. En lo que no creo es en el autodidactismo, ya que uno siempre aprende de lo que le enseñan, sea o no en una academia, y en este oficio, además, de lo que ves, ya que hay muchos y muy buenos precedentes. ¿Cómo ves el panorama de la escultura sacra en la actualidad? Sigo diciendo que al arte de la imaginería no se le da el valor que se merece, en todos los aspectos. Es cierto que cada vez hay más calidad en este gremio, ya que, aunque no sigamos siendo un gremio como antaño y todo esté más individualizado, todos conocemos el trabajo del resto, pero también es una realidad que, a veces, una corona o un manto cuesta más que una imagen, y no hay que olvidar que, a lo que se va a rezar, no es a una jarra o a unos candelabros de cola, sino al Cristo, a la Virgen o al Santo que hace el imaginero. También me reafirmo en que hay que estudiar, ya que la formación académica en las escuelas y en las facultades siempre da al artista una amplitud de perspectivas que no ofrece la formación realizada solamente en un taller. ¿Qué tiene Triana para que muchos artistas establezcan su estudio en este lugar? Yo creo que no importa donde esté el taller, lo importante es que uno se encuentre a gusto donde esté. De hecho, como soy hombre al que no le gusta estancarse, tengo intención de trasladarme en un futuro al Aljarafe sevillano, que aunque sea otro lugar espléndido, en nada repercutirá en mi trabajo, ya que pienso que la inspiración la lleva uno dentro. Es cierto que Triana es un sitio muy bucólico y que, desde mi ventana, tengo una vista preciosa de la ciudad, pero siempre suelo trabajar de espaldas a ella. Has realizado varias obras de talla completa, caso de un espléndido grupo de la Coronación de Espinas para la localidad murciana de Lorca. ¿Por qué crees que, tanto en Sevilla como en otros puntos de Andalucía, hay tanto rechazo a las imágenes de ese tipo? Es curioso, porque la primera imagen con la que obtuve gran reconocimiento fue la Virgen del Mayor Dolor de la parroquia sevillana de La Barzola, una obra de talla completa. Luego intenté hacer el misterio de la Cofradía de las Cigarreras en talla completa, pero no lo conseguí. Tampoco prosperó mi propuesta de misterio para la Cofradía de la Estrella, que también era de talla completa. Aun así, no pierdo la esperanza y estoy convencido que, cuando un conjunto de esas características procesione en Sevilla, lo harán muchos más. |
Volviendo a la obra de Jesús de la Esperanza, ¿te molestaron las comparaciones que se hicieron entre esta imagen y la escultura religiosa del fallecido Antonio Illanes? No, para nada. Illanes fue una de las grandes figuras de la imaginería del siglo XX, un artífice, al igual que Santos o Buiza, de la escuela sevillana, de la cual yo también formo parte. Mi estilo es puramente sevillano. No entiendo que haya gente que vea eso ahora como algo indigno. Siempre he preferido labrar obras que tengan unción y llamen a la devoción, que plasmar la belleza y hacer "imágenes guapas" por encima de todo. ¿Conocías el portal La Hornacina? Sí, y me encanta. Es una página muy seria y un referente en el mundo de la imaginería. Qué sepáis que este premio va a ocupar siempre un lugar de preferencia en mi estudio. Dicho seguimiento, que te agradecemos sinceramente, y el haber presentado hace poco una nueva web personal te hacen un gran interesado por las nuevas tecnologías. Por supuesto, Internet es un gran medio para que todo el mundo conozca tu trabajo. La página que tenía anteriormente era muy discreta y ha sido totalmente renovada. La lástima es disponer de tan poco tiempo para navegar por internet, ya que es una herramienta muy necesaria. Aparte de la hermandad, nos consta que has recibido muchas felicitaciones por esta obra galardonada. La verdad es que sí. Tengo que decir que me han felicitado muchos compañeros de profesión, de lo cual me siento muy orgulloso y agradecido. ¿Cuál es la creación que te gustaría llevar a cabo y todavía no has hecho? Me gustaría cultivar más la rama de la escultura civil. También tengo en proyecto un misterio sacro que me gustaría bastante emprender, pero de este asunto aún no puedo comentar nada. Para finalizar, y hablando de proyectos, ¿cuáles son los que tienes entre manos actualmente? Como podéis ver, un tríptico escultórico para la capilla penitencial del Santuario del Rocío de Almonte (Huelva), que estará formado por los pasajes del Bautismo de Cristo (en las imágenes), el Buen Pastor y la Parábola del Hijo Pródigo. Tenemos previsto que esté concluido en 2011 y que sea el Papa, al que hace poco entregué una pequeña escultura de la Virgen del Rocío llevada por sus devotos almonteños, quien venga a bendecirlo, coincidiendo con las Jornadas de la Juventud en España. También para el Santuario del Rocío tengo que readaptar el antiguo retablo del XVIII, colocando las partes que se conservan junto con otros elementos que debo hacer de nueva factura. Respecto a la Iglesia de la Milagrosa de Sevilla, además del misterio que procesionará con Jesús de la Esperanza, estoy actualmente restaurando la Virgen titular del templo, una pieza seriada. |
Nota de La Hornacina: Nuevamente damos las gracias a todos los internautas que, con su participación, han hecho posible la concesión de este premio. Fotografía de San Juan Evangelista (Málaga) de Alejandro Cerezo. |
Detalles del Premio y la Encuesta en este |
www.lahornacina.com