El último trabajo de Fernando Aguado es un soldado romano para el misterio de la Exaltación de Cristo que procesiona la cofradía jerezana de Las Viñas (Barrio de la Vid). Se trata de una talla realizada en madera de cedro policromada que sustituye una anterior del artista gaditano Luis González Rey.

Con esta pieza, de marcado corte naturalista, se culmina la primera fase de remodelación del mencionado grupo escultórico en su parte trasera. Dicha labor, iniciada hace cuatro años por el escultor sevillano, ha comprendido hasta el momento las efigies de Santa María Cleofás (2008), San José de Arimatea (presentada en La Hornacina el 1 de abril de 2009), un centurión romano (presentada el 30 de abril de 2010) y esta última que nos ocupa.

Como se advierte en su actitud y su gesto, el soldado se halla interrumpiendo el paso a dos de las seguidoras de Cristo (Santa María Cleofás y Santa María Magdalena) hacia el sitio del Gólgota donde los sayones fijan el madero una vez el reo ha sido crucificado, mientras contempla también la dramática escena.