MONET Y LA ABSTRACCIÓN

24/02/2010


 

 

El Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid presentan la exposición Monet y la Abstracción, un recorrido por la obra del gran pintor impresionista planteado desde una perspectiva diferente y hasta ahora nunca vista en el contexto de una exposición temporal: la de su relación con el desarrollo de la abstracción en la segunda mitad del siglo XX. Desde sus etéreos paisajes londinenses hasta las monumentales representaciones de su jardín de Giverny, donde pasó los últimos 40 años de su vida, la muestra analizacómo la permanente obsesión de Claude Monet por captar la instantaneidad le llevó a desdibujar la representación pictórica y le condujo prácticamente a las puertas de la abstracción; y cómo, a mediados del siglo pasado, la joven generación de pintores abstractos americanos y europeos redescubre su arte, le encumbra como profeta indiscutible de las corrientes matéricas de la abstracción, situándole definitivamente en el lugar fundamental que hoy en día ocupa en la historia del arte.

Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning, Sam Francis, Joan Mitchell, Adolph Gottlieb, André Masson, Philip Guston o Gerhard Richter fueron algunos de estos jóvenes artistas que volvieron la vista hacia Monet. Su obra puede contemplarse ahora, a lo largo de todo el recorrido de la exposición, en un interesante diálogo con la del maestro impresionista, poniendo de manifiesto sus múltiples conexiones. Mostrar el arte de Monet bajo esta nueva luz, analiza la importante influencia del pintor francés en el desarrollo de ciertos aspectos de la abstracción de la segunda mitad del siglo XX y, por tanto, su papel fundamental en el desarrollo de la modernidad.

En total, más de 100 obras se han logrado reunir para este nuevo proyecto conjunto del Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid, que ha contado también en esta ocasión con la imprescindible colaboración del Musée Marmottan Monet de París, donde se presentará la muestra en el verano de 2010, tras su paso por Madrid. El museo parisino ha cedido para la ocasión una magnífica selección del importante legado del pintor francés que conserva en sus fondos. Destacan igualmente los préstamos de numerosos museos y colecciones particulares de todo el mundo, principalmente de Europa y Estados Unidos.

Monet fue, sin duda, el más representativo y prolífico de los impresionistas franceses, pero también el más independiente e innovador. La obsesión por captar la instantaneidad, su preocupación por cuestiones como la percepción de la naturaleza, o la necesidad de expresar su experiencia personal por medios meramente pictóricos, le llevaron a desdibujar la representación pictórica convirtiéndola en una atmósfera prácticamente abstracta. Su muerte, en Diciembre del año 1926, pasó casi desapercibida en el ambiente artístico contemporáneo; sus "Grandes Decorations" de la serie Nenúfares, donadas al Estado francés por Monet en 1918 e inauguradas en 1927, un año después de su fallecimiento, permanecieron durante décadas olvidadas en el Musée de l’Orangerie de París.

En las primeras décadas del siglo XX se habían impuesto las nuevas tendencias de vanguardia basadas principalmente en el concepto de “construcción”, por lo que su obra, como la de la mayoría de los impresionistas, excepto Paul Cézanne, se consideraba anacrónica y quedó sumida en el olvido. El redescubrimiento de Monet no se produce hasta mediados del siglo XX, cuando los jóvenes artistas del triunfante expresionismo abstracto americano comenzaron a contemplar sus obras con una nueva mirada. La materialidad de su sus pinceladas sueltas y sus formas desdibujadas fueron una auténtica revelación tanto para la joven generación de abstractos americanos como para los seguidores de los informalismos europeos.

El recorrido de la muestra Monet y la Abstracción se plantea, como es habitual, entre las salas de exposición del Museo y las de la Fundación Caja Madrid.

 

 

Sala I - Brumas y Variaciones (Museo Thyssen-Bornemisza)

La exposición arranca con una sala dedicada al impacto que la obra de William Turner produjo en Claude Monet durante los viajes a Londres que realizó entre 1899 y 1901. La comparación de las obras de Turner con las representaciones del río Támesis de Monet permitirá comprobar cómo los juegos de luz a través de la exuberante superficie pictórica, y la pincelada suelta y libre del primero, influirían en la sutileza vaporosa de los paisajes urbanos bajo la bruma londinense del pintor francés. Por otro lado, la presencia en la sala de Gerhard Richter, que también realizó una serie inspirada en Londres, establecerá una conexión con la abstracción contemporánea.

 

 

Sala II - Efectos de Luz (Museo Thyssen-Bornemisza)

Las puestas de sol de Monet muestran su interés por la representación efímera y cambiante de los reflejos de la luz del ocaso sobre la superficie pictórica. La forma en que transforma los ritmos de la naturaleza en expresión de sus propios sentimientos a través de una técnica suelta y libre, en la que el estudio del color se convierte en el verdadero protagonista, anticipa las abstracciones cromáticas de artistas posteriores, como Mark Rothko o Adolph Gottlieb.

 

 

Sala III - Reflejos y Transparencias (Museo Thyssen-Bornemisza)

En la serie de obras dedicadas al motivo de los Nenúfares -uno de los capítulos más importantes de su producción final- Claude Monet muestra un interés creciente por lograr la reconciliación entre un arte representativo, que nunca abandonó, y la reivindicación de los aspectos materiales de la superficie pictórica. Con estas obras se produce un cambio en su pintura desde lo narrativo hacia lo abstracto, proceso que se relaciona en esta muestra con la sutil abstracción de la artista norteamericana Helen Frankenthaler.

 

 

Sala IV - Contrastes de Formas (Museo Thyssen-Bornemisza)

Las variaciones de luz, tiempo y atmósfera, y los contrastes de formas producidos por el reflejo de la vegetación sobre las tranquilas aguas captadas por Monet en varias de sus series, fueron fundamentales para artistas posteriores como Clyfford Still o Barnett Newman. Sus formas de colores brillantes, con fuertes efectos de contraluz, no pueden dejar de relacionarse con las pinturas de Monet.

 

 

Sala V - Pincelada y Gesto (Museo Thyssen-Bornemisza)

La innovadora técnica utilizada por Claude Monet en los últimos años de su vida preparó el camino de los lenguajes abstractos del siglo XX. En las últimas salas del recorrido en el Museo Thyssen-Bornemisza, las pinturas del periodo final de Monet dialogan con obras abstractas de Jackson Pollock, Lee Krasner, Mark Tobey, Philip Guston, Esteban Vicente, Willem De Kooning o Cy Twombly.

 

 

Sala VI - En el Jardín de Giverny (Fundación Caja Madrid)

Junto a los nenúfares, las flores, los árboles y el puente japonés de su jardín en Giverny fueron los motivos pictóricos predilectos de Monet durante sus últimas décadas. La factura suelta de estas obras, en las que en ocasiones la pintura se escurre por la superficie del lienzo, anticipa lo que años después harían los expresionistas abstractos. Durante la década de 1950 algunos jóvenes artistas como Joan Mitchell, Jean-Paul Riopelle, Sam Francis, Zao Wou-Ki o Ellsworth Kelly, convirtieron la casa del pintor y su jardín en Giverny en lugar de peregrinación. Como puede verse en este apartado de la exposición, el descubrimiento de las pinturas que todavía se encontraban en el taller del pintor supuso un impulso esencial para muchos protagonistas de la abstracción.

 

 

Sala VII - La Estela de Monet (Fundación Caja Madrid)

Son múltiples y variados los motivos por los que el impacto de Monet se puede rastrear en numerosos artistas abstractos activos durante la segunda mitad del siglo XX. En este espacio se presentan algunas de estas afinidades evidentes con la obra del impresionista francés en trabajos de artistas como Jean Bazaine, Maria Elena Vieira da Silva, Robert Ryman o Gerhard Richter.

 

 

Sala Documentación (Fundación Caja Madrid)

Esta sala reúne una selección de fotografías de Monet y del jardín de Giverny -tanto de la época del pintor como fotografías realizadas en la década de 1950 por Henri Cartier-Bresson- y la proyección de un extracto de la película Ceux chez nous, realizada en el año 1915 por Sacha Guitry en la que aparece el propio Monet y otros artistas como Auguste Renoir, Rodin o Edgar Degas.

 

 

Actividades Complementarias

Con motivo de la exposición y bajo la dirección de su comisaria, Paloma Alarcó, entre los meses de marzo y mayo tendrá lugar en el Museo Thyssen-Bornemisza un curso monográfico de igual título, organizado conjuntamente con la Fundación Caja Madrid y las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid. Al igual que la muestra, el curso pretende llamar la atención sobre el papel fundamental del maestro impresionista francés en el desarrollo de la modernidad, analizando y poniendo de manifiesto la estrecha relación entre su obra final y los nuevos lenguajes abstractos de la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de las ocho conferencias que forman el curso, la obra de Claude Monet será estudiada bajo una nueva luz a través de las miradas de destacados especialistas. Durante los meses de abril y mayo también se va a celebrar en el Museo un ciclo de cine en torno a la exposición.

 

Hasta el 30 de Mayo de 2010 en el Museo Thyssen-Bornemisza (Paseo del Prado, 1) y la
Fundación Caja Madrid (Plaza de San Martín, 1), ambas sedes en Madrid. Horarios: de martes
a domingo, de 10:00 a 19:00 horas en el Museo, y de 10:00 a 20:00 horas en la Fundación.

 

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