SAN JOSÉ DE CALASANZ DE FERNANDO MURCIANO PARA ALMERÍA

16/03/2009

Al igual que la imagen de Santo Tomás de Aquino que les presentamos ayer, mide 50 cm de altura y ha sido realizada para una capilla de las andas procesionales del misterio de la cofradía almeriense de los Estudiantes. Es también de madera de cedro, con vestiduras espléndidamente estofadas en oro de 24 kilates y orfebrería -en este caso sólo el nimbo, similar al del Patrón de las Universidades- cincelada por los Hermanos Delgado. 

El oscense José de Calasanz (1557-1648), es también un santo muy vinculado con la enseñanza, hasta el punto de ser considerado por algunos autores como el precursor de la pedagogía moderna. Abnegado maestro de párvulos, es el fundador de las Escuelas Pías y, en 1948, fue proclamado Patrono del Magisterio Católico Español. Consumido por la edad y por agudos dolores, con su congregación escolar caída en desgracia -no siendo rehabilitada hasta después de su muerte-, el santo falleció en Roma, a los 92 años, edad muy avanzada para su época.

A partir del lienzo La Última Comunión de San José de Calasanz, pintado en el año 1819 por el maestro Francisco de Goya, es costumbre representarlo anciano, caso de la pieza que nos ocupa, en la que San José de Calasanz aparece como un avejentado y consumado hombre de virtud y ciencia, que contempla atentamente el estudio de uno de sus alumnos al tiempo que porta un voluminoso ejemplar en su mano izquierda.

Si pulsan en el icono, verán más fotografías de un simulacro del santo concebido como maestro y protector, lo que se refleja no sólo en la mano sobre el hombro del pequeño pupilo, sino también en el cobijo que ofrece el hábito, cuyos movidos y envolventes pliegues son típicos de la imaginería sevillana del siglo XVIII.

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