RESTAURACIÓN EN LA CATEDRAL DE OVIEDO
Ana Fernández Abad (16/09/2006)
El Cabildo Catedralicio quería que las obras de la girola estuvieran listas para una de sus celebraciones más destacadas, la Exaltación de la Santa Cruz celebrada ayer. Dicho y hecho: la empresa MC Conservación y Restauración S. L. entregó ayer la obra, según lo previsto. Cada 14 de septiembre se rememora el descubrimiento de la Cruz de Cristo, realizado supuestamente por Santa Elena en el año 320, y San Salvador lució su mejor aspecto para la ocasión, una vez concluida la fase nº 15 del Plan Director de la Catedral, la restauración de las cúpulas y nervaduras de la girola. El responsable de Patrimonio de la Catedral, José María Hevia, aseguró que lo único que falta para iniciar la restauración de ambos retablos es financiación: "Si hubiera un padrino, habría que ponerse ya, pero necesitamos dinero, porque son palabras mayores. Ahora vamos a restaurar el de La Asunción, pero es una obra de coste menos elevado". Para el canónigo, "la obra de la girola era necesaria y urgente», aunque coincidió con el arquitecto en que «no es vistosa y mucha gente no notará nada". Paula Sánchez Ablanedo, jefa adjunta de la obra en MC, indicó que ese era el objetivo: "El efecto final es discreto, no se trataba de dejar allí nuestra huella". Cree que "a esa altura, si hay algún nervio roto o desprendido, en el conjunto pasa desapercibido para un visitante normal, pero era una obra necesaria incluso en cuanto a seguridad". La Consejería de Cultura asumió el coste de estos trabajos, que ascendió a 200.000 euros, sumando los 158.227 previstos para la obra y los 42.000 de los estudios. Jorge Hevia comentó que durante la restauración se vieron "unas bóvedas de tipo cónico en forma de concha orientadas hacia la capilla mayor que estaban en mal estado" y elogió el trabajo de los expertos en piedra monumental. Aunque ya lleva 10 años trabajando bajo las directrices de su Plan Director, sostiene que la Catedral nunca deja de sorprender: "Aparecieron una serie de elementos pictóricos y se llegó al original barroco y en la última capa inerte se cubrió con una veladura de pátina de la época. Además, también aparecieron algunos sillares dislocados que hubo que afianzar". Para proteger los retablos, los responsables de la obra anclaron algunas piezas de los mismos. La empresa restauradora MC contó con el análisis petrológico de GEA y Sánchez Ablanedo afirmó que "el equipo multidisciplinar funcionó bien, lo que se traduce en la eficacia de los trabajos y el resultado final". Puede que para las próximas intervenciones del Plan Director sea necesario también un equipo formado por expertos en distintas materias. Jorge Hevia señaló que "ahora es el Cabildo quien debe decidir cuál de las obra previstas hay que abordar". Las candidatas son los ventanales góticos del sur de la nave y el transepto, el interior de la capilla de los Vigiles (donde está previsto colocar un baptisterio) y el tambor sobre la cúpula de la sacristía. |
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