La imagen luce ya restaurada en su templo tras el intenso proceso de restauración al que ha sido sometida en el taller del reconocido escultor e imaginero hispalense Juan Manuel Miñarro López, y que ha tenido como objetivos principales la recuperación de su policromía original y el resanado de la talla para frenar el ataque de pudrición parda que venía padeciendo la madera.

Para ello, se han retirado numerosos repintes y eliminado el ataque fúngico que estaba dejando la zona inferior del busto oscurecida y agrietada. También se le ha realizado a la imagen de la Divina Pastora un nuevo cuerpo interno basado en la estructura del anterior y que no es el primitivo de la obra, como tampoco son originales los ojos de cristal que presenta actualmente.

Recordar también que la Divina Pastora se halla atribuida al escultor José Montes de Oca, uno de los principales artífices del barroco sevillano, por el historiador Antonio Torrejón Díaz, quien la identifica con la imagen mariana de su altorrelieve de la Adoración de los Magos (Cádiz). Tras la intervención de Miñarro, su aspecto remite también a la Virgen de los Dolores, del municipio sevillano de Olivares.