En el cementerio de La Carriona del municipio asturiano de Avilés, inaugurado en 1890, nos encontramos con el sepulcro de los marqueses de San Juan de Nieva, una obra en la que intervinieron el escultor Cipriano Folgueras (Oviedo, 1863 - Madrid, 1911), el maestro de obras Armando Fernández Cueto y el taller de Vega y Mier.

Esta obra guarda relación con otro panteón realizado por Folgueras, el de la familia Masaveu que se ubica en el cementerio del Salvador de Oviedo, al presentar también a un ángel trompetero -como símbolo de la llamada al juicio final- con el brazo alzado al cielo y sentado sobre el sepulcro. Sin embargo, en este caso, además de tener unas dimensiones más grandes, el ángel despliega una mayor soltura reclinándose en la tumba, sobre la que deja apoyado el instrumento, mostrando un estilo ecléctico propio de Folgueras donde se mezcla el figurativismo propio del cambio del siglo con elementos desenfadados del art nouveau.

Este tipo de ángeles, caracterizado por un trabajo minucioso en las texturas de los paños, que consiguen efectos de riqueza ornamental, aparecen con las alas desplegadas como si el vuelo nunca se hubiera detenido. En la obra de Folgueras, además, pierden su carácter de seres del más allá para representarlos con una gran corporeidad y un peso que los hace más humanos.

No queda demasiado claro en los registros documentales el grado de participación de cada artífice del sepulcro de La Carriona, pero todo apunta a que Folgueras concibió el ángel y Cueto el sarcófago, corriendo Vega y Mier en sus talleres a cargo de su ejecución en mármol blanco de Carrara.

Junto a todo lo anterior, hay que destacar el espectacular trabajo en el crucifijo que se intuye debajo del sudario, en la corona y las guirnaldas de flores, en el escudo nobiliario de la familia o en las garras de león. No es de extrañar que el público la considerase mejor escultura de los cementerios españoles en 2015 dentro del concurso convocado por la prestigiosa revista "Adiós Cultural", obteniendo también en esa misma convocatoria el cementerio de La Carriona el tercer puesto dentro de los mejores cementerios de España.

Muy poco conocido pese al interés de su trayectoria, Cipriano Folgueras realizó tanto piezas pequeñas y anecdóticas, como grandes cenotafios y monumentos públicos. Una tradición afirma que el ángel del panteón de Avilés llevaba incrustadas en sus cuencas oculares unas preciosas gemas que luego fueron robadas.

FUENTES

BERMEJO LORENZO, Carmen. Arte y arquitectura funeraria: los cementerios de Asturias, Cantabria y Vizcaya (1787-1936), Universidad de Oviedo, 1998, p. 257.

HIDALGO MENÉNDEZ, Manuel Ángel. "El cementerio avilesino de la Carriona: un espacio de arte y un lugar de memoria", artículo publicado en www.revistaadios.es, 20 de febrero de 2017.