FEDERICO BAROCCI. IV CENTENARIO (VIII)
ANUNCIACIÓN

Federico Giannini


 

 

La obra, pintada en torno a 1596, es una de las más impresionantes y apreciadas del artista de Urbino, y eso que la crítica no es unánime a la hora de asignarle completamente su realización.

Sigue en líneas generales el mismo esquema de la no menos magistral Anunciación (1582-1584) realizada por Barocci para la capilla que el duque Francesco Maria II Della Rovere poseía en la Basílica de Loreto (imagen inferior), actualmente conservada en la Pinacoteca Vaticana, si bien observamos tres importantes diferencias: la presencia en la pieza que nos ocupa de Dios Padre, el Espíritu Santo y dos ángeles en la parte superior, con forma de arco, así como el detalle del sombrero de paja colgado en el lado izquierdo de la estancia.

Este gran óleo sobre lienzo (478 x 249 cm) fue encargado, como testimonian los documentos, en el año 1596 por Laura Coli Pontani, con el fin de adornar la capilla que su familia poseía en Asís, concretamente en la Basílica de Santa María de los Ángeles. La mujer era esposa de Angelo Coli, rico comerciante de Perugia, y nieta de un conocido jurista llamado William Pontani, también perugino y hombre de gran influencia en su tiempo.

Como hemos apuntado, la crítica no es unánime a la hora de asignar directamente este cuadro a Federico Barocci. Por ejemplo, Andrea Emiliani lo considera una copia de la Anunciación de la Pinacoteca Vaticana realizada por el pintor perugino Felice Pellegrini, si bien no deshecha la hipótesis de Bruno Toscano, para el que se trata de una pieza de taller supervisada por Barocci. Por su parte, Francesco Federico Mancini la asigna sin dudar a la mano del maestro dada su enorme calidad artística, teoría apoyada tanto por un diseño conservado en la Galería de los Uffizi en el que aparece también el detalle del sombrero y los paños colgados, como por la figura del ángel que aparece a la izquierda, similar al de la ya estudiada Virgen de San Simón.

Este trabajo es además una de las piezas más delicadas del corpus baroccesco. Es una obra maestra de la gracia y el lirismo, que muestra a un arcángel Gabriel muy elegante y a una bellísima Madonna. También denota gran refinamiento pese a la simplicidad del recinto, ya que el lujo parece haber sido excluido de la tela.

El entrañable detalle del gato durmiendo en la parte inferior izquierda, presente también en la Anunciación de la Pinacoteca Vaticana, añade una nota adicional de familiaridad a la escena. Más allá de la ventana podemos contemplar, gracias al visillo que se desliza, una vista del Palacio Ducal de Urbino.

La Anunciación de Asís no es solo una de las creaciones de Barocci más valoradas por los expertos, sino también por el público, que siempre le ha dispensado gran afecto en el templo donde aún sigue recibiendo culto.

 

 

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