MARIANO BENLLIURE. 150 ANIVERSARIO
CRISTO DE LA EXPIRACIÓN - MÁLAGA

Jesús Abades


 

 

Otra joya de Benlliure para la Semana Santa malagueña, titular de la Archicofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de los Dolores Coronada que procesiona el Miércoles Santo.

Resulta curioso que esta corporación tuviera con anterioridad cuatro titulares hasta llegar al actual: de 1921 a 1928, la imagen destruida, que se atribuía al escultor granadino Alonso de Mena (siglo XVII) y procesionaba con una María Magdalena de idéntico origen; de 1929 a 1931, otra imagen realizada en el Taller de Font (Madrid), de escasa calidad artística y que, incomprensiblemente, sustituyó a la anterior (la Magdalena se mantuvo); en 1935, tras la destrucción de todas las tallas anteriores, la cofradía encargó un nuevo Crucificado a un escultor anónimo de Madrid, y en 1939, procesiona un crucifijo del escultor mallorquín Miguel Ferrer Tous (1).

Tras esta imagen, se realizó el encargo a Benlliure, escultor escogido en una terna en la que figuraban el madrileño Juan Cristóbal Velasco, el también valenciano José Capuz y el castellonense José Ortells (2). Al parecer, en su elección tuvo mucho que ver su secretario personal, malagueño, que intercedió para llevar a cabo esta obra en unas condiciones económicas ventajosas para los cofrades. Es también curioso que la imagen llegara a la ciudad junto con la imagen del Dulce Nombre Jesús Nazareno del Paso y en una camioneta militar, gracias a las gestiones realizadas por un hermano de la cofradía (3).

La imagen es magnífica y presenta notables semejanzas con el Cristo de la Agonía que el mismo autor labrara posteriormente para el Santuario de la Virgen de la Cabeza. Como era habitual en Benlliure, presenta a un Jesús crucificado por tres clavos que no son metálicos, sino aplicados de forma figurada en la madera, sobrepuestos sobre pies y manos (4). Los regueros de sangre los presenta muy escasos y se concentran mayormente en la frente y en las extremidades horadadas. Fue concebida por su escultor sin potencias, que luego se añadieron a raiz del estreno del colosal trono labrado por los Talleres de Félix Granda en el año 1942. El madero, en un principio rectangular, fue también reemplazado por otro de sección cilíndrica y arbórea.

Está tallada en madera de abedul, al estilo de las obras de los imagineros italianos, y recubierta con una pátina hecha a base de aceite de almendras dulces, que junto a la opacidad de la policromía es la que le da ese sabor añejo que tiene la obra (5). El único postizo que presenta el Crucificado es la corona de espinas, que Benlliure labra en metal y reviste de arpillera policromada (6).

En definitiva, una lección escultórica a través de la cual el maestro valenciano Mariano Benlliure combinó magistralmente los férreos preceptos del barroco con los nuevos aires impuestos por su propio estilo, al que tampoco eran ajenas las vanguardias del arte sacro que vieron la luz a lo largo del siglo XX.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) AYALA SAURA, Juan. "Escultura Religiosa de Mariano Benlliure", publicado en la revista Escuela de Imaginería, nº 36, Córdoba, Cajasur, 2003.

(2) DE QUEVEDO PESANNHA, Carmen. Vida Artística de Mariano Benlliure. Madrid, Espasa, 1947.

(3) JURADO GUERRERO, Juan. Cristo de la Expiración. Cincuenta Años de Devoción Popular. Málaga, 1990.

(4) AYALA SAURA, Juan. "Escultura Religiosa de Mariano Benlliure", op. cit.

(5) NIETO CRUZ, Eduardo. Anotaciones Histórico Artísticas sobre el Cristo de la Expiración, Málaga, 1990.

(6) Ibídem.

 

 

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