JERÓNIMO BOSCO 500
EL JUICIO FINAL


 

 

Distintivo de El Bosco son los famosos monstruos, figuras diabólicas, ángeles y santos que habitan sus dibujos y paneles. Su característica obra, repleta de ilusiones y alucinaciones, asombrosas monstruosidades y pesadillas, representa de forma inimitable los grandes temas de su tiempo: seducción, pecado y expiación. Los cuadros y pinturas del Bosco, realizados en el periodo alrededor de 1500, en plena transición entre la Edad Media y el Renacimiento, reflejan de manera enigmática la relación entre el ser humano, su entorno y su creador. El Bosco fue un artista genial cuya obra mostraba mundos que sus contemporáneos no creían posibles.

Jerónimo Bosco, crítico implacable de su época y sensible a la conciencia popular, retrata no sólo física, sino psicológicamente, a los enfermos de ergotismo y otras plagas, a los tullidos y mendigos de una Europa medieval sumida en el más profundo miedo a la muerte. La tesis de que la obra del Bosco sólo se puede descifrar a partir del conocimiento de la filosofía hermética, especialmente de la alquimia y de la astrología, convive con la que afirma que él también padecía ergotismo, causado por la ingesta de centeno contaminado por un hongo llamado cornezuelo, de ahí los delirios que plasmaba en sus obras como síntoma de la enfermedad.

El Bosco no fechó ninguna de sus obras, por lo que ha de recurrirse al estilo (no siempre lineal en su desarrollo), al control de la perspectiva, a la progresión en mayor movimiento, expresividad, realismo o preciosismo del detalle para sugerir que son obras del primer periodo de aprendizaje o juventud, de consolidación, media y de madurez, de plenitud o final, y donde se pasa de lo narrativo a lo simbólico y el logrado realismo torna a un lenguaje más críptico, menos obvio a modo de símbolo encubierto. Por ello muchas de sus obras son de problemática, no ya atribución, sino datación, por carecerse de elementos o documentos que lo atestigüen.

Hay referencias documentales de algunas obras  (perdidas) como las tablas para el tríptico de Nuestra Señora en su ciudad natal (1475-1477 y 1488-1489) o su modelo para la vidriera de su hermandad (1943-1494), y sólo una obra (también perdida) está bien documentada: el Juicio Final encargado en 1504 por Felipe el Hermoso, cuyo supuesto y entomológico fragmento se conserva en Múnich para algunos autores o es el de Viena para otros. Otras obras se consideran perdidas o sólo se conocen a través de documentos (como el San Antonio del inventario de Margarita de Austria de 1516), reseñas, tapices, copias, estampas, grabados o dibujos realizados sobre ellas y más de una cambia de autoría en función de uno u otro estudio realizado sobre su obra.

Los preparativos para la exposición sobre El Bosco en el Noordbrabants Museum dieron inicio en 2007. La base para los préstamos excepcionales llevados a cabo para Jerónimo Bosco - Visiones de un Genio se estableció con el Bosch Research and Conservation Project (BRCP), una ambiciosa investigación internacional histórico-artística a gran escala fundada en colaboración con la Fundación Jheronimus Bosch 500 y la Radboud Universiteit de Nimega. Durante los últimos años, un equipo de expertos internacionales, bajo la dirección de Jos Koldewij y Matthijs Ilsink, han estudiado y documentado de manera intensiva y sistemática, utilizando las técnicas más innovadoras, prácticamente toda la obra del maestro El Bosco. Esto ha resultado en una colaboración entre todos los museos que tienen en su colección pinturas y dibujos del Bosco, lo que ha hecho posible la organización de esta exposición. Los resultados del BRCP largamente esperados, forman el punto de partida de Jerónimo Bosco - Visiones de un Genio y se publicarán en un monográfico de dos volúmenes que se compone de un catálogo de obras y estudios técnicos, con un total de cerca de 1.000 páginas.

Tras ser restaurado por el BRCP, sus expertos consideran que el Juicio Final conservado en Brujas (imagen superior), hasta ahora atribuido al círculo de El Bosco o a uno de sus ayudantes, es obra directa del pintor; por el contrario, afirma que dos obras asignadas hasta la fecha al Bosco, Cristo con la Cruz a Cuestas (imagen inferior) y la Mesa de los Pecados Capitales, no son de la mano del maestro sino de sus seguidores. El Museo del Prado, sin embargo, cree que esta última tabla (de su propiedad) sí es del artista y así lo demostrará cuando en mayo tenga lugar la mayor antológica dedicada al Bosco hasta la fecha con motivo de su quinto centenario.

 

 

FUENTES

MORÁN SUÁREZ, Isabel. "El fuego de San Antonio. Estudio del Ergotismo en la pintura del Bosco", artículo publicado en Asclepio, volumen 48, fascículo 2, 1996, pp. 173-194.

 

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