Algunas de las figuras con múltiples pechos de Louise Bourgeois, como Historia Natural (1984) y La Zorra (1986), son de un tipo escultórico antiguamente llamado la esfinge: un monstruo compuesto de cabeza humana, parte superior del cuerpo de mujer e inferior de león; las alas son opcionales.

La esfinge acéfala de Bourgeois es bisexual, aparentemente dotada de pene y pechos, lo mismo que la Esfinge de Gizeh en Egipto, que tiene de hombre la cabeza y de mujer la parte superior del cuerpo. Visualmente, la esfinge de Bourgeois tiene más en común con el monstruo griego que propuso a Edipo el enigma de la naturaleza humana. Esta semejanza conecta la iconografía de Bourgeois con el mito de Edipo y la devuelve una vez más al tema de la tragedia freudiana de la familia nuclear y la destrucción del padre.

Este es otro solapamiento de la imaginería de la neurosis infantil y la historia religiosa. La característica reducción autobiográfica de Louise Bourgeois (según comentaba la propia artista, "la loba es simplemente mi madre") no permite que la pieza se exprese plenamente.

En los últimos años, otros artistas como los estadounidenses Julian Schnabel y Leon Golub se han servido también de la imagen de la esfinge. En los años 60 del pasado siglo XX fue un motivo cargado de significado porque la esfinge alude al enigma de la naturaleza humana, un enigma cuya respuesta parece estar cambiando.