LA OBRA DE ALEJANDRO CARNICERO (VII)
SILLERÍA DEL MONASTERIO DE GUADALUPE

Juan Fernández Saorín


 

 

Según el historiador Ceán Bermúdez, "Carnicero fue fundador y hermano mayor de una cofradía de pintores y escultores"; se trata de una cofradía gremial, la Congregación de San Lucas Evangelista establecida en la Parroquia de San Adrián de Salamanca, dedicada a defender y reivindicar la liberalidad de arquitectos, pintores, escultores, ensambladores, tallistas, doradores y estofadores con el fin de conseguir una serie de privilegios, como por ejemplo exenciones fiscales o que los artistas solteros no fueran a quintas.

Por otro lado, se atribuye a Alejandro Carnicero la Piedad (1738) del ático del retablo de la Buena Muerte de la Iglesia de San Miguel y San Juan en Valladolid, obra que también pudiera deberse a la gubia de Pedro de Correas. El Cristo presenta una disposición semejante al de la Piedad de Coria (Cáceres), mientras que la Virgen muestra un semblante apenado pero sereno que contrasta con la acción declamatoria proporcionada por la extensión de uno de sus brazos, sin duda influida por las creaciones de Gregorio Fernández.

Suyo es un San Martín Partiendo su Capa con un Pobre (1738), realizado para la localidad de Cogeces de Íscar (Valladolid). Es idéntico al que realizara Gregorio Fernández en 1606 y que actualmente se conserva en el Museo de la Catedral vallisoletana. Martín González referencia al estilo de Alejandro Carnicero las imágenes de San Sebastián y Santa Bárbara de la Iglesia del Salvador y las estatuas de la Caridad y la Fe de la fachada de San Juan de Letrán, ambas en Valladolid.

En 1739, Carnicero regresaría a Salamanca, donde iniciaría su etapa más próspera y de mayor madurez, trabajando principalmente para catedrales, iglesias y conventos de fuera de la provincia. Durante su segunda estancia en la capital del Tormes, es posible que realizara nuevos medallones de héroes, conquistadores,y descubridores para su Plaza Mayor, siendo uno de sus primeros encargos la realización de las imágenes de San Jerónimo, San Miguel y Santo Tomás para el retablo mayor del desaparecido monasterio jerónimo de Nuestra Señora de la Victoria de Salamanca. Posteriormente, crearía los relieves de la sillería del Monasterio de Guadalupe (1741-1744), para cuyo trabajo fue llamado por Manuel de Larra Churriguera.

La actual sillería de Guadalupe (Cáceres) fue trabajada en madera de nogal por Carnicero y otros artistas. Tiene dos órdenes de sillas: cuarenta y nueve en la parte superior y cuarenta y cinco en la parte baja. Los tableros de las sillas altas están historiados con imágenes en relieve que representan al Salvador, los apóstoles y otros santos. Medallones de santas, ejecutados con suntuosidad y perfección, adornan los asientos inferiores.

 

Nota de La Hornacina: Extractos del artículo "Alejandro Carnicero, Escultor y Grabador", publicado en la revista Anástasis, Cofradía de Ánimas de Cieza (Murcia), nº 8, 2010, pp. 20-33.

 

Fotografía de García y Fernández

 

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