JESÚS CAUTIVO - ALMERÍA
Jesús Abades y Sergio Cabaco. Con información de la Cofradía del Paso Blanco de Huércal-Overa
La imagen que procesiona la cofradía almeriense del Prendimiento (F1), tallada en madera de cedro policromada con una altura de 195 cm, es una interesante representación de Cristo estante y maniatado por delante del cuerpo, en su presentación al pueblo por Poncio Pilato. A pesar de la humillación, Jesús mantiene una actitud hierática, con la mirada baja y la cabeza en posición frontal. La corona de espinas ha sido esculpida en el mismo bloque craneal, sobre un cabello meticulosamente trabajado, al igual que la barba, en largos y sinuosos mechones. El rostro es noble y majestuoso, con los ojos y las pestañas policromados en la madera, mostrando el iris pintado en color verde. La nariz es fina y alargada y la boca, entreabierta, presenta la lengua y la dentadura talladas. Sobre las morenas carnaciones corren numerosos regueros de sangre como consecuencia de las heridas producidas por la corona de espinas. La efigie, de talla completa y brazos articulados, es una interesante creación del escultor e imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque (1997), inspirada en el famoso Medinaceli madrileño. Sustituye a una obra similar del mismo autor que pereció en un incendio fortuito en la Catedral de Almería. Tras su homónimo de Fernán Núñez (Córdoba), con el que se encuentra muy cercano, el artista hispalense Luis Álvarez Duarte ofreció en el año 1992 una nueva versión de Jesús Cautivo tras el abandono de los discípulos para la cofradía almeriense del Rosario del Mar (F2). El Varón, en actitud itinerante, se encamina hacia el palacio del Sumo Sacerdote, ladeando levemente la cabeza hacia la derecha y dirigiendo la mirada al suelo, abatido ante el cruel destino. Cabellera y barba, partidas al centro, son leoninas y han sido trabajadas mediante minuciosos rizos. Las arrugas de la frente y el fruncido ceño delatan la expresión doliente del rostro del Redentor, con los ojos tallados y pintados en la madera, los pómulos demacrados y los labios abiertos, mostrando claramente la lengua y la dentadura talladas. El dramático detalle de las lágrimas de cristal aumenta la compasión popular hacia la escultura. Preso por la traición de Judas Iscariote, presenta las manos atadas por delante del cuerpo. Las carnaciones son aceitunadas, conservando en la frente restos del sudor de sangre emitido en los angustiosos momentos de la Oración en el Huerto. La imagen, de talla completa, aparece revestida con túnica de terciopelo, normalmente de tonos blancos o morados, tal y como corresponde a su iconografía. Por último, destacar la imagen de Nuestro Padre Jesús de Pasión Cautivo que procesiona la Cofradía del Paso Blanco de la localidad almeriense de Huércal-Overa (F3), obra de otro afamado escultor e imaginero sevillano, José Antonio Navarro Arteaga, quien la esculpió en el año 2002. Iconográficamente, responde también al modelo impuesto por el Cristo de Medinaceli, muy venerado en Madrid, y recrea el momento en que Jesús, tras ser apresado en el Huerto de Getsemaní, fue abandonado por sus discípulos, que huyeron temerosos tal y como nos cuenta Mateo en su evangelio: "Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron" (Mt, 26, 56). Cristo, de pie y maniatado, refleja en su rostro una profunda desolación. Viste túnica blanca y sus poderosas manos quedan atadas con un cíngulo dorado. Sobre su cabeza resplandecen tres potencias, y sobre el pecho el típico escapulario en el que aparece la Cruz de San Juan con los colores de la Orden Trinitaria. Al igual que los anteriores es una obra procesional, desfilando por primera vez el Martes Santo de 2003. |
F1 y F3 de Guillermo Méndez Sánchez para http://rambladealfareros.blogspot.com
F2 de Cofradía del Paso Blanco de Huércal-Overa (Almería)
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