Jesús del Rescate (F1) es una magnífica imagen del año 1718 que representa a Cristo maniatado y presentado al pueblo por Pilatos. La tradicional atribución de este Ecce Homo, labrado en madera de pino, al maestro granadino José de Mora obedece fundamentalmente a que su rostro corresponde a la tipología propia de este imaginero, es decir: cejas enarcadas, nariz fina, mejillas huidizas y barba bífida. Poseía melena de pelo natural de acuerdo con la iconografía habitual del madrileño Jesús de Medinaceli, cuyo modelo sigue muy de cerca. Su semblante presenta tumefacto moratón en su mejilla izquierda, que es prácticamente el único signo de dolor, pues es escasa la sangre en su rostro de belleza idealizada. Sus divinas manos están excelentemente trabajadas, con un delicado modelado, con los dedos sueltos, no agarrotados, próximas a las manos del también granadino Cristo de la Sentencia. En cuanto a su autoría, debemos pensar en los seguidores del arte de José de Mora, como su hermano Diego o Agustín de Vera. De brazos articulados, la imagen mide 170 cm de altura y suele aparecer revestida con túnica de terciopelo morado, bordada en oro por Burillo (1931) siguiendo el modelo de la túnica persa del sevillano Jesús del Gran Poder. Ha sido restaurado por el artista José Navas-Parejo Pérez (1928), quien sustituyó la primitiva cabellera de pelo natural por la actual, realizada en cobre policromado, y por la restauradora Bárbara Hasbach (1997-1998).

Respecto al Cautivo del monasterio granadino de la Encarnación (F2), el pasaje definitivo a representar es el Prendimiento de Cristo en el Huerto de los Olivos; sin embargo, las restantes figuras del misterio se hallan todavía pendientes de ejecución. La imagen de Jesús, obra del sevillano Antonio Dubé de Luque (1982), se nos muestra de pie y maniatada, con la cabeza inclinada hacia la izquierda y la mirada proyectada al mismo lado. El angustiado semblante del Varón posee la frente y el ceño fruncidos, los ojos y las pestañas policromados en la madera, nariz del tipo hebraico, pómulos demacrados y boca entreabierta de rojizos labios que permite ver en su interior la lengua y los dientes superiores tallados. Cabello y barba se parten al centro y se organizan en ondulados mechones, quedando despejadas ambas orejas y el hoyito bajo del rostro. Las manos muestran los tendones resaltados y las venas hinchadas por la presión de las ligaduras. La imagen, de talla completa, sonrosadas carnaciones y brazos articulados, suele mostrarse al culto revestida con túnica blanca.

En la provincia podemos hacer referencia a una obra de reciente creación: el Cautivo de las Penas (F3) labrado por Ángel Asenjo Fenoy en 2008 para Guadix. Aunque formará parte en su día de un paso de misterio que representará a Cristo ante Anás, por el momento permanece en solitario, adecuándose al marco iconográfico que nos ocupa. Se trata de la primera talla titular del artista granadino para una cofradía, realizada en madera de cedro con ojos de cristal y dientes de hueso, siguiendo las características principales de la imaginería granadina. A pesar de ser una imagen de vestir, se halla totalmente anatomizada, con una policromía al óleo clásica, en la línea de la escuela barroca de Granada. La imagen se presenta con un movimiento muy acuciado en su concepción. El rostro de Cristo mira hacia su lado derecho mientras que las manos se muestran atadas al lado contrario. Su rostro es sereno, con mirada misericordiosa y los rasgos tradicionales de la citada escuela.

FUENTES

LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. "Iconografía de la Pasión en la Escultura Granadina", estudio publicado en La Semana Santa de Granada a través de su Escultura Procesional. El Lenguaje de las Imágenes, editado por la Real Federación de las Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la Ciudad de Granada, 2002, pp. 101-102.

MARTÍNEZ, Jorge. "Bendecida la imagen de Jesús Cautivo de las Penas, de Guadix", noticia publicada en el diario Ideal, 26 de Diciembre de 2008.