JESÚS CAUTIVO - LEVANTE (I)
José María Cámara Salmerón, Sergio Cabaco y Jesús Abades
Se atribuye al murciano Francisco Sánchez Araciel (1851-1918), hijo del también escultor Francisco Sánchez Tapia, la cabeza del Jesús de Medinaceli que se conserva en la Iglesia de las Agustinas de Murcia (F1). A pesar de ser más conocido por su faceta de restaurador de obras de Salzillo, Araciel llevó a cabo una abundante producción sacra en la que destacan los simulacros del Sagrado Corazón de Jesús. Al igual que su padre, siguió los rasgos estilísticos de Salzillo a lo largo de toda su trayectoria y ambos pueden ser calificados como seguidores tardíos del maestro, del que poseían bocetos y pequeñas piezas que les sirvieron de inspiración. Sus hermanos Manuel y Cecilia también se dedicaron a la imaginería. Volviendo al Medinaceli, es una obra restaurada con escaso acierto; de hecho, a excepción de la salzillesca testa, de abstraído semblante y tocada con larga cabellera y corona de espinas en metal dorado, el resto es fruto de mediocres intervenciones del siglo pasado. Realizado originalmente para la fábrica "Géneros de Punto" de Cieza (Murcia), el Medinaceli del malagueño Francisco Palma Burgos (F2) fue probablemente tallado unos dos años antes del 7 de febrero de 1945, fecha de erección, en el convento ciezano de San Joaquín y San Pascual, de la Cofradía de la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli, la cual se haría cargo con el tiempo de la gestión de la imagen que había sido encargada por una fabrica que daba trabajo a un gran porcentaje de la sociedad ciezana y estaba dirigida a la realización de textiles y a trabajar el esparto. La obra de Palma Burgos, autor también del altar en el que se venera, fue hecha a semejanza del Medinaceli venerado en la capital de España, cuya Archicofradía Primaria le cedió su primera túnica. Por tanto, se presenta como un Cristo con tez morena y peluca de pelo natural, dotado de una poderosa mirada y un marcado entrecejo. Su boca está entreabierta, dando a entender que conversa con el devoto que va a rezarle a sus plantas. Es imagen de vestir, con la mano derecha habitualmente situada encima de la izquierda. Sobre su pecho porta el escapulario de los esclavos de la cofradía. Cuenta entre su patrimonio con dos tronos, uno sobre el que sale los viernes de Cuaresma, de reducidas dimensiones, y otro con el que hace el encuentro con la Virgen de los Dolores, obra de Juan González Moreno, el Viernes de Dolores. Nos vamos ahora a la localidad alicantina de Catral, en la que recibe culto una efigie de Jesús Cautivo labrada en 2003 por Víctor García Villalgordo (F3), natural de Torrevieja (Alicante). Es titular de la cofradía que lleva su nombre, fundada el mismo año de ejecución de la talla. Villalgordo es autor también de la titular mariana de la corporación, una Dolorosa de ajadas facciones titulada Nuestra Señora de la Merced (2008). Ambas imágenes reciben culto en una capilla de la parroquia catralense de los Santos Juanes. El autor, que entre 2007 y 2008 labró otra efigie de similares características para Monóvar, ofrece su particular punto de vista del pasaje del Ecce Homo o Presentación al Pueblo plasmado en el modelo difundido por los trinitarios, tal y como sucede con las anteriores esculturas; pero dando en su caso una mayor dulzura expresiva al Varón, cuya procesión, llamada de los Escapularios por el emblema de esta señera advocación cristífera, tiene lugar en Catral cada Lunes Santo. |
F1 de Santiago Rodríguez López
F2 de José María Cámara Salmerón
F3 de Víctor García Villalgordo
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