País: Alemania-Francia.

Año: 1932.

Duración: 73 m.

Género: Terror.

Director: Carl Theodor Dreyer.

Intérpretes: Julian West, Jan Hieronimko, Sybille Schmitz, Rena Mandel, Maurice Schutz.

Comentario: Dreyer ofrece su particular visión de la figura del vampiro (una anciana bruja, en este caso) a través de una obra que narra la estancia de un viajero (West) en un siniestro lugar llamado Courtempierre, donde descubrirá que las terribles pesadillas que sufre desde su llegada no son sino visiones de una espeluznante realidad.

La Escena: Más que una escena en concreto, destacamos la sensación de peligro que el espectador vive a lo largo de toda la cinta, a la que podríamos definir como una terrorífica ensoñación. Ello se consiguió mediante las confusas imágenes, los furtivos movimientos de la cámara, la dificultad de obtener una visión general de los escenarios, las frecuentes secuencias oníricas, los numerosos símbolos de la muerte y la abundancia de fenómenos sobrenaturales inexplicables. No es de extrañar que fuese tachada de excéntrica en su momento.

Curiosidades: Rodada sin sonido en 1930, vio la luz dos años más tarde con fragmentos sonoros añadidos (en tres idiomas, alemán, francés e inglés) gracias al movimiento de los labios de los actores. Conocida también por La Bruja Vampiro, su atmosfera turbadora e inquietante permanece muy por encima de nuevas modas del género.