Pese al curriculum que acumula, sigue sin tener el pacense Manuel Carmona Martínez el prestigio que merece dentro del panorama de la imaginería actual. Peculiar mezcolanza de estilos la que ofrece el veterano artistas en sus creaciones; no en vano, su formación tuvo lugar junto a maestros de Sevilla, Granada y Cádiz.

Nacido en Fregenal de la Sierra, en 1938, le fue asignado uno de los encargos más codiciados de los últimos años en materia de imaginería: las esculturas y altorrrelieves para el nuevo retablo mayor del santuario de Nuestra Señora del Rocío (Almonte-Huelva), de entre los que sobresalen los relieves del Nacimiento y la Anunciación, así como las esculturas de San José y San Juan Bautista. A su última fase de la ejecución pertenecen estos Ángeles Músicos (2004-2005) que junto con otros dos portan instrumentos típicos de la romería onubense.

Gran trabajo también en el dorado y estofado de estas piezas por Manolo y Antonio Doradores, quienes han colaborado con Carmona en otros trabajos, caso de la decoración escultórica del trono malagueño del Monte Calvario. El versátil y convulso arte del escultor, comparado con Bru, bebe también de fuentes castellanas.