Aprendiz de Suso de Marcos, las precoces facultades de Juan Vega Ortega (Málaga, 1985) y el éxito de sus pequeñas creaciones para particulares motivaron que abriera, con tan sólo 19 años, taller propio en la zona donde lo tuvo Francisco Palma Burgos, del que este joven autor siempre se ha declarado admirador.

Pieza de sumo interés en su corta trayectoria es este busto en terracota policromada, titulado Humillación de Cristo (2008), en el que reinterpreta con inteligencia el espíritu austero e intimista de las creaciones del maestro valenciano Mariano Benlliure, el otro gran referente de su inspiración. Resulta sobrecogedor el demacrado rostro del Varón, de facciones hebreas, y realmente notable el modelado de sus cabellos, en mechones lisos y pegados al cráneo. Vega Ortega tomó como modelo a un mendigo para su ejecución.

La irregularidad de su devenir profesional y los últimos intentos de la clientela cofrade en someter su estilo a ciertas directrices para las que no está hecho, no deben ensombrecer lo mucho que aún le queda por decir a este artista, siempre que se mantenga fiel a los estimulantes principios que se impuso con esta y otras piezas.