2000-2009: UNA DÉCADA DE ESCULTURA SACRA (XXIV)

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Nacido en Sevilla, es una síntesis de distintas influencias escultóricas. Domina la técnica del oficio con naturalidad, fruto de su aprendizaje con el recientemente fallecido Jesús Santos Calero, hijo del mítico Sebastián y maestro también de destacados imagineros como Manuel Téllez o el malogrado Pedro de la Rosa.

Por otro lado, las creaciones de Fernando Murciano atesoran la esencia sevillana más clásica del oficio, así como un notable sentido escultórico, lo cual tiene mayor mérito al no haber recibido, hasta hace tan sólo unos años, demasiados encargos de piezas a tamaño natural.

Tal mérito se lo debe, al igual que otros jóvenes valores consolidados en la pasada década como Fernando Aguado, José María Leal o Alberto Pérez Rojas, a las enseñanzas de Juan Manuel Miñarro, con quien Murciano, especialmente, ha compartido muchas jornadas de arte.

Con su Inmaculada Concepción (2001) ganadora de la Bienal de la Higuera de la Sierra, asentó su importancia, dejando de paso marcas de la casa como el afanoso modelado, las esbeltas siluetas y el gran trabajo en el color, todo ello desarrollado luego en interesante tallas para ciudades como Almería, La Carlota o Ceuta.

 

Anterior Entrega en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com