ALBERTO DURERO - OBRA SACRA
VARÓN DE DOLORES

25/04/2021


 

 

En la iconografía cristiana realizada por Alberto Durero, con el título de Varón de Dolores se conocen diversas representaciones que muestran el aspecto físico de Jesús durante su Pasión, desde su flagelación hasta el momento en que es presentado al pueblo por Pilato, incluyendo además varias representaciones alegóricas. La expresión Varón de Dolores proviene de un versículo del Libro de Isaías (Is 53, 3).

Una pequeña representación pictórica al óleo sobre tabla (imagen superior. 30 x 19 cm), pintada para la devoción privada en 1493 y conservada en la Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe, lo muestra a modo de Imago Pietatis, mirando inquisitivamente al espectador y portando los instrumentos con los que ha sido escarnecido. El hecho de que apoye su mano derecha sobre la mejilla, en actitud meditabunda, lo acerca también al simulacro de origen saturnal de la Humildad y Paciencia, propio de los preparativos de la crucifixión en el Calvario, conocido también como el Señor de la Piedra Fría al mostrarse sedente sobre un pedestal pétreo o rocoso.

Dicha obra es de sumo interés no solo por su viveza y la humanidad de su expresión, fruto del intensivo estudio del natural de Durero, sino también por mostrar el autor a Cristo en una especie de cueva sepulcral dentro de un gran parapeto dorado de piedra, ricamente decorado con incisiones que incluyen cardos, flores que simbolizan el dolor de Cristo, y un búho atacado por dos pájaros, símbolo de los inocentes perseguidos.

Escarnecido se muestra también en varios grabados: uno muy juvenil de colección particular, de medio cuerpo; otro conservado en el Albertina de Viena (1512), de pie, con la clámide y formando parte de un paisaje; otro en la National Gallery de Washington (1515), sedente sobre una piedra rectangular, y otro de gran interés en la Kunsthalle Bremen (1522) en el que el autor, ya en su última etapa, se autorretrata como Cristo.

 

 

En las series de la "Gran Pasión" (1499) y de la "Pequeña Pasión" (1511), así como en un grabado titulado Ecce Homo que se conserva en el Museo de la Universidad de Princeton, aparece en el Pretorio, presentado por Pilato a la plebe, brutalmente en el último caso, que clama a gritos su muerte. En los tres casos, salvo Jesús, todos los personajes aparecen ataviados con ropajes contemporáneos.

Una versión alegórica (1500) se halla en el Metropolitan Museum of Art (MET) de Nueva York. Se trata de un excelente grabado (imagen superior), que recrea a Cristo en el monte Calvario a los pies de la cruz donde ha sido crucificado, al lado del cráneo de Adán y con las llagas del suplicio, no representa un momento específico en la historia del ciclo, sino que se refiere a toda la Pasión y Resurrección.

Por último, otra alegoría del MET (1509), muy interesante (imagen inferior), viene también a resumir el ciclo pasionista, incluyendo en este caso la columna de la flagelación y las figuras de María y Juan frente a Jesús, quienes reciben el agua y la sangre que brota de su costado. Al fondo a la izquierda una ventana permite observar una vista del Calvario con las tres cruces de Jesús y los ladrones ya vacías.

Salvo en el caso del autorretrato de Bremen, todas estas versiones del Varón de Dolores muestran a Jesús con rasgos comunes en muchos casos, maduro, de físico corpulento, con barba y cabellos habitualmente muy frondosos, ramosa corona de espinas, el habitual detallismo del autor que se manifiesta en los instrumentos del martirio, afligido aunque resignado en algunos casos, si bien en otros la pena embarga su rostro hasta el punto de que las lágrimas afloran de sus ojos, como en el grabado que está en manos privadas.

 

 

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