ALBERTO DURERO - OBRA SACRA
ADORACIÓN DE LOS MAGOS
12/05/2021
Si obras como "Adán y Eva" permitieron a Alberto Durero reflexionar sobre las proporciones de lo natural, los episodios del Nuevo Testamento (escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, generalmente acompañados de santos) fueron aprovechadas para profundizar en los problemas del espacio y la composición. Tanto en las xilografías de la "Vida de la Virgen" como en las pinturas de principios del siglo XVI (caso del llamado "Altar Paumgartner", encargado en 1498 y acabado en 1503-1504, o la Adoración de los Magos, Uffizi, 1504), la geometría domina el espacio, una geometría que, en el caso de la Adoración de los Magos, es atraída no solo por el ritmo de los arcos, sino por el gusto, entre clásico y romántico, del paisaje de las ruinas. La Adoración de los Magos, pintada al óleo sobre tabla, es una obra maestra que combina elegantemente los modelos nórdicos y las influencias italianas. Como sabemos, Durero en 1504 ya había viajado a Italia una vez y, por lo tanto, estaba familiarizado con las obras de arte antiguas y el arte italiano, en particular las obras de Mantegna, Bellini y Leonardo. En Núremberg, había tenido ocasión de ver grabados, monedas, medallas y gemas grabadas, traídas a la ciudad gracias a un fluido comercio con el norte de Italia. En esta Adoración de los Magos, aunque teniendo en cuenta los modelos nórdicos (sobre todo a Dirk Bouts, por sus referencias a la arquitectura mixta, a los arcos rotos y a las precarias estructuras de madera), el maestro expresa su arte en un lenguaje italiano, optando por representar solo unas pocas figuras sólidamente resueltas que se mueven a través de un espacio bien construido. El rey barbudo arrodillado e inclinado hacia el Niño evoca, por ejemplo, a Leonardo. El rey que se muestra de perfil también tiene un estilo bastante leonardesco, y se cree que está basado en el propio Durero por sus facciones y por sus largos rizos rubios que recuerdan el "Autorretrato" del Prado. Toda la escena se describe con exquisitez y detallismo: telas, brocados, coronas y copas (estas últimas, labradas por orfebres de Núremberg), rubíes, perlas, el velo de la Virgen, plumas, animales, plantas... todo según los gustos flamencos del otro lado de los Alpes. También destaca la selección de colores: en primer plano, el rojo, el verde y el azul; al fondo, el azul del cielo y el mar, con una paleta que se vuelve cada vez más clara a medida que se abre a un paisaje propio de cuento de hadas, con caballeros y un pueblo a lo lejos. La elección iconográfica se centra en los personajes principales: la Virgen mostrando el Niño a los Reyes Magos, que traen regalos de oro, incienso y mirra. El cuadro está fechado "1504" y firmado con el monograma del artista "AD", sobre la piedra gris colocada en primer plano, cerca de María. La Adoración de los Magos fue encargada por Federico el Sabio para la capilla del castillo de Wittenberg. En 1603 se encontraba en las colecciones imperiales vienesas de Rodolfo II, como regalo del elector Christian II de Sajonia. Permaneció en Viena hasta 1793, cuando Luigi Lanzi, director de la Galería de los Uffizi, se interesó por ello deseando enriquecer orgánicamente las colecciones del museo florentino con una obra importante del Renacimiento alemán, regalando a cambio "La Presentación en el Templo" (1516) de Fra Bartolomeo. En las descripciones antiguas del castillo de Wittenbach también se menciona la figura de San José, que debería haber estado a la izquierda de la cabaña, claramente descrita como de pie junto al burro mostrando los dientes. Pero su figura ni siquiera existe en la copia del cuadro de principios del siglo XVI que se conserva en la Biblioteca Universitaria de Erlangen, por lo que se ha planteado la hipótesis de que fue un añadido del siglo XVI o el XVII, cuando la figura de José asumió un papel destacado en la liturgia católica. Se ha planteado la hipótesis de que la Adoración de los Magos era el panel central del popularmente conocido como "Altar Jabach" (imagen inferior), pero parece improbable ya que los dos paneles laterales, aunque de medidas compatibles, tienen la parte superior arqueada, por lo que no podrían tapar el panel central. |
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