EXPIRACIÓN
FRANCISCO ROMERO ZAFRA (XIII)
08/04/2025
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El Cristo de la Expiración preside desde 2002 la Parroquia de San Pedro de Alcántara, de La Victoria (Córdoba), localidad natal del artista. Sustituyó a una pieza seriada de escayola, procedente de los talleres de Olot (Girona), hoy conocido como Cristo Viejo. Para el referido templo parroquial, Francisco Romero Zafra, nacido en 1956, también realizó, tres años antes, una bella virgen dolorosa con la advocación de la Victoria. Ambas tallas son hoy titulares de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Victoria. Romero Zafra utilizó un modelo real para la anatomía del crucificado, que previamente fotografió y posó de cara al modelado. El boceto en barro lo donó a la Hermandad de la Estrella (Sevilla) y hoy se encuentra en la capilla de la popular corporación de penitencia del barrio sevillano de Triana. La obra final fue tallada a tamaño natural en madera de cedro real, posteriormente encintada, estucada, policromada a base de veladuras de óleo, patinada y encerada, para terminar colocando pestañas superiores de pelo natural y puliendo y abrillantando algunas zonas con paño de algodón. Hablamos del segundo crucificado realizado por Romero Zafra, que siempre ha destacado la expresividad del rostro como característica principal de esta escultura. Para López Merino se trata de la obra con la que consigue dar el salto hacia el naturalismo y la minuciosidad técnica que definirían su trayectoria, tras una primera etapa aún anclada en cánones barrocos, pero que sobresale por su espectacularidad anatómica y su enorme expresividad, con obras como el Resucitado de Montemayor (1995), inspirado en el David de Miguel Ángel. En 2006 un desafortunado accidente motivó que la imagen fuera trasladada al taller de su autor, quien además de realizarle las reparaciones necesarias, aprovechó para renovar policromías y pátina. El resultado realzó los ya de por sí ricos matices polícromos de la que está considerada como una de las mejores creaciones del artista, quien además introdujo lo que era una novedad, por entonces, en su técnica: aplicar cristal teñido para recrear los regueros de sangre que parten de la frente y recorren todo el cuerpo; asimismo, se colocó a la escultura una lágrima vítrea en la mejilla derecha y una corona con afiladas espinas de acacia, lo que acentuó aún más el considerable patetismo del crucificado. |
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FUENTES https://franciscoromerozafra.com/ https://www.lahornacina.com/noticiaszafra11I.htm LÓPEZ MERINO. "Reflexiones acerca de la imaginería contemporánea: el origen de una nueva escuela", en Imafronte, n º 28, Universidad de Murcia, 2021, p. 6. |
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