Esta imagen, obra en madera de cedro policromada de Jacinto Pimentel (1660-1661), con notables parecidos con el gaditano Cristo de la Expiración de San Francisco y con el Nazareno de La Campana (Sevilla), había sido atribuida erróneamente al escultor Alonso Martínez, hasta que en la reciente restauración realizada por Enrique Ortega, en el año 1996, se encontró su firma en unos pergaminos situados en un hueco de su espalda amén de estar escrito su nombre y fecha de ejecución en el interior de la imagen.

Para el historiador portorrealeño Francisco Espinosa de los Monteros, se trata de una de las mejores tallas que podemos admirar de este género, mostrando con gran realismo los suplicios de la flagelación. Su rostro es impresionante por el dramatismo que encierra, con los caracteres habituales de la producción de Pimentel tales como son la división en dos del cabello por medio de una raya central, el tallado menudo de los mechones de cabello, los ojos de rasgos orientales, la barba abundante y dividida en dos mechones, pómulos marcados, la curvatura inversa en la posición de los ojos, nariz recta y pequeña, frente lisa, espacio entre las cejas en forma de triángulo invertido, etcétera.

La imagen fue retocada en el Setecientos para colocarle ojos de cristal. Su sudario es idéntico al del citado Cristo de la Expiración, sólo que invertido. La columna, de tipo bajo, es también una obra de gran valor realizada en plata, en 1666, por el platero mexicano Francisco Suárez y regalada por los capitanes Sierra y Velázquez.

El Atado a la Columna, popularmente conocido en Cádiz como El Aguador por haber sido sacado varias veces durante épocas de sequía, es titular de la hermandad de penitencia que lleva su nombre, con sede en la Parroquia de San Antonio. Se acompaña en la procesión por dos sayones en actitud de azotarle, obras realizadas en madera de pino por el genovés Jácome Maggio (1783), quien percibió por su trabajo 2.250 reales de vellón.

En la Iglesia de San Juan de Dios de la capital gaditana recibe culto un interesante Atado a la Columna atribuido al escultor Francisco de Villegas (siglo XVII), restaurado por manos genovesas. Su columna también es una interesante pieza de platería mexicana, fechada en 1682 (imagen inferior izquierda). Destacamos igualmente el Atado a la Columna que forma parte del maravilloso grupo escultórico de los Misterios Dolorosos (siglo XVIII) que se conserva actualmente en el Museo de Cádiz. Todo el conjunto se halla atribuido a Francesco Galleano y Giovanni Battista Maragliano (imagen inferior derecha).