La Obra

La trayectoria artística del pintor, dibujante e ilustrador Sergio Mora (Barcelona, 1975) es como un caleidoscopio audaz e incisivo, que remueve la conciencia del público y apuesta decididamente por el colorido. Formado en La Llotja, a través de sus creaciones descubrimos una brillante mitología que mezcla iconos populares con los que todos nos sentimos identificados con lo fantástico y lo sobrenatural, lo sorprendente y lo ilusorio.

En realidad Magicomora, como a veces firma sus creaciones, es un artista multidisciplinar, con una prolífica obra que nos lleva a lo subversivo y lo circense, con hermosos monstruos y grotescas fantasías, en todos sus aspectos: pintura, ilustración, vídeo, cómic y performance. Su personal decálogo artístico y su idiosincrasia pictórica le han convertido en uno de los mayores exponentes del Surrealismo Pop de la Península.

La pintura que nos ocupa (2010) es un imaginario del entorno andaluz donde se produce el mejor jamón del mundo. Las rosas y el flamenco, retratado con doble sentido, rodean a la carnal andaluza, siempre apurando cada momento como reza uno de sus tatuajes. Los atigrados volantes y las puntiagudas orejas confirman su carácter salvaje y pasional. El otro gran protagonista, el jamón, se asocia siempre a su fiesta preferida.

El Plato

Llegados al interior de Andalucía, hay que volver la vista hacia las dehesas donde pasta el cerdo ibérico, origen de una sólida industria cárnica y de una gloriosa actividad chacinera. Se producen chorizos, morcillas, morcones y cañas de lomo y, por encima de todo, jamón y la paletilla de cerdo ibérico, que toman los nombres de localidades como Jabugo, Cortegana, Cumbres Mayores y Aracena, en Huelva, el Valle de los Pedroches, en Córdoba, Trevélez, en Granada, o Ronda, en Málaga. Fuera de Andalucía, podemos destacar dicha producción de chacinas en las dehesas extremeñas y algunas zonas de la provincia de Salamanca.