Los hermanos Hubert van Eyck, Jan van Eyck y Lambert van Eyck fueron todos pintores e iluminadores. Una hermana, Margarita, que no estaba casada y fue enterrada junto a Hubert en Gante, también fue identificada como pintora. Barthélemy van Eyck, pintor de la corte del rey René d'Anjou con el nombre de Barthélemy d'Eyck, perteneció a la misma familia, y aunque no está claro su parentesco, se sabe que trabajó en el taller que Jan tenía en Brujas.

Hubert van Eyck (hacia 1366-1426) está considerado el hermano mayor. También se cree que fue el maestro de Jan, el miembro más famoso de toda la saga. Consta la intervención de Hubert en La Fuente de la Gracia (imagen superior), así como en el Políptico de Gante hasta su muerte, corriendo a cargo de Jan su conclusión. En esta última obra, fue el autor de las tres figuras principales que representan a Cristo, la Virgen María y San Juan Bautista. Se atribuyen también a Hubert otras creaciones del taller: el díptico de la Crucifixión y el Juicio Final y Las tres Marías ante el sepulcro (imagen inferior).

El gran prestigio de Jan van Eyck (hacia 1390-1441) eclipsó a los demás miembros de la familia. Su gran obra maestra es el Políptico del Cordero Místico, que lleva una inscripción del pintor en homenaje a su hermano mayor, Hubert; quien a diferencia de lo que se pensó, no llegó a intervenir en la misma. Otras piezas magistrales de Jan son La Virgen del canciller Rolin, La Virgen del canónigo Van der Paele o La Virgen y el Niño en una iglesia. En su taller, Jan realizaba unos bocetos muy detallados, que fueron muy importantes en su estudio por dos razones: permitía confiar parte del cuadro a su hermano Lambert y otros colaboradores, y facilitaba la realización de copias. 

Respecto a Lambert van Eyck, el menor de los hermanos varones, tenemos muy pocos datos. Solo se sabe que dirigió el taller hasta diez años después de la muerte de Jan junto a la viuda de éste, llamada también Margarita. Algunos investigadores piensan incluso que fue hijo de Jan y no su hermano. En el plano artístico, a Lambert se le atribuye al menos una participación en la tabla La Fuente de la Gracia, también llamada La Fuente de la Vida.

Aún menos son los datos personales que se conocen de Margarita van Eyck, salvo los ya mencionados y el hecho de que nunca contrajo matrimonio. A nivel profesional, parece que Margarita trabajó sobre todo en las miniaturas. Solo se le conoce un cuadro que representa el Descanso en la Huida a Egipto.

Por último, indicar que, aunque sea más conocidos por sus pinturas sacras, magníficas son las cualidades de los Van Eyck, como retratistas, especialmente los retratos llevados a cabo por Jan, como El matrimonio Arnolfini o El hombre del turbante, caracterizados por un realismo tan prodigiosamente detallado como simbólico.