BENITO DE HITA Y CASTILLO. TRICENTENARIO (V)
ESCULTURAS DE LA UNIVERSIDAD
Con información de Joaquín de la Peña Fernández
La Virgen de los Remedios, magnífica escultura en madera encarnada, estofada y policromada, se atribuye con bastante certeza a Benito de Hita y Castillo. La obra, con un tamaño levemente superior del natural (mide 191 cm de altura), permite observar diversos planos y tratamientos de la madera: desde la delicada talla y modelado del rostro de la Virgen y el Niño, hasta los profundos pliegues que producen la posición de la pierna izquierda, doblada a semejanza del modelo que institucionalizara Roque Balduque en el siglo XVI. El Niño mantiene un ligero escorzo hacia la izquierda que es acompañado por igual movimiento de la cabeza de la Madre. Los motivos florales en rojo y verde resaltan la elegancia de los paños, al igual que el tallado que bordea los mismos. Constituye un gracioso detalle el paño blanco sobre el que se asienta el Niño, así como el que enmarca la cabeza de la Virgen. Tan hermosa efigie mariana, como antigua titular de la capilla de la Real Fábrica de Tabacos, presidía el retablo principal. Hoy se expone en la cabecera de la nave del evangelio de la Capilla de la Universidad de Sevilla, en un retablo estructurado en banco y un cuerpo dividido en tres calles con hornacinas y decoración de rocallas y policromado en blanco y dorado. Dicho retablo, concertado en 1762 (año sobre el que se debe fechar esta imagen mariana) con el ensamblador Julián Jiménez, ostenta además en los nichos laterales las esculturas de San José (125 cm) y San Carlos Borromeo (122 cm), de tamaño menor que el natural, y en el ático, dos ángeles sedentes y un San Fernando (124 cm). Todas ellas, también de madera policromada en blanco y dorado, se atribuyen también a Hita, asiduo colaborador de Jiménez en las labores escultóricas. San José, con túnica y manto, lleva una vara en su mano derecha y al Niño Jesús sobre la izquierda, así como un nimbo en su cabeza; San Carlos Borromeo aparece vestido con túnica, roquete y esclavina, con una cruz en su mano derecha y también un nimbo en su cabeza; por último, San Fernando viste de soldado a la usanza del siglo XVII, con manto y llevando la espada en su mano derecha y el orbe en la izquierda. |
Nuestra Señora de los Remedios, además de que con la Virgen de la Cinta, patrona de Huelva, y con la Virgen de los Dolores, patrona del municipio onubense de Aroche, mantiene evidentes analogías estílísticas con los ángeles lampareros de la actual capilla universitaria (1763), pagados a Hita. Hoy dichos ángeles preceden el retablo de la Virgen de la Angustia, titular de la cofradía de los Estudiantes. La frontalidad propia de estos ángeles lampareros queda superada en gran parte debido a la extraordinaria movilidad de los paños, característica particular de este escultor del siglo XVIII. Los rostros, de afiladas facciones, se enmarcan en unas cabelleras de movidas guedejas que resaltan aún más la belleza de las cabezas, enriquecidas con una diadema dorada. Ambos ángeles (uno mide 132 y el otro 134 cm de altura) se encuentran en actitudes contrapuestas. La abertura por la que asoma una de las piernas y el borde de los faldones se enriquecen con anchas líneas doradas. Los borceguíes presentan decoración de rocallas que, al igual que el resto del estofado, se encuentra algo retocado. Cada uno de ellos porta una lámpara de brazos catalogada en el siglo XIX. |
Fotografías de Li Taipo
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FUENTES: AA.VV. Arte en las Hermandades de Sevilla, Sevilla, 1986, p. 20; FALCÓN MÁRQUEZ, Teodoro. Exposición Universitas Hispalensis: Patrimonio de la Universidad de Sevilla, Sevilla, 1995, p. 58. |
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