IMAGO PIETATIS (XI)

01/07/2020


 

 

Siguiendo las huellas de modelos clásicos realizados por maestros como Juan de Juanes o Battista Angolo del Moro, el pintor Raúl Berzosa (Málaga, 1979) combinó en 2018 con su obra "Lamento por la muerte de Cristo" las representaciones tradicionales de Cristo muerto arropado por ángeles con el dolor de la Virgen ante el cadáver del hijo para crear una representación especialmente conmovedora de la Imago Pietatis.

La obra, un óleo sobre lienzo cuyas medidas son 230 x 160 cm, fue realizada para la Iglesia Nossa Senhora do Rosário, localizada en Rosais, una localidad de la isla de San Jorge (Azores, Portugal). La escena transcurre en el monte Calvario, a los pies del lugar donde Jesucristo ha sido crucificado, en un espacio oscuro y pedregoso donde podemos observar, al fondo, la muralla de Jerusalén, y en la parte alta, un cielo donde las nubes se van rompiendo tras la fuerte tormenta vivida a raíz de la muerte del redentor.

La Virgen en este caso es la encargada de sostener el cuerpo de Jesús. El destino se ha cumplido, y ahora pasa de ser trono de Cristo en su niñez a nuevo altar de su sacrificio tras la cruz, presentando a su hijo al pueblo por cuya redención ha padecido tormento y muerte. La acompañan dos ángeles con las alas desplegadas: uno, de rodillas, observa a Jesús mientras sujeta su brazo; el otro, sobre una nube, mira apenado el llanto de María.

 

 

María viste prendas de tonos inmaculistas: toca blanca, manto azul y túnica roja. El paño blanco de la cabeza separa su silueta del fondo y la resalta dentro de la composición, pero la figura central es la de Jesús, cuyo cuerpo en diagonal, mostrando señales del martirio como las llagas de la crucifixión o la lanzada en el costado, aparece postrado en el pecho de su madre; si bien no parece muerto, sino dormido. La luminosidad del cuerpo, especialmente del rostro, acentúa su protagonismo en la pintura.

Esta Imago Pietatis posee una fuerte carga emotiva, rasgo habitual en la prolífica producción pictórica del artista malagueño, sobre todo a la hora de tratar los temas pasionistas. En la zona izquierda se ubican los ángeles, cuyos colores son también más intensos por su carácter celestial, y en la parte baja, siguiendo igualmente Berzosa esquemas clásicos, vemos instrumentos pasionistas -clavos y martillo, corona de espinas y una palangana para limpiar el cuerpo de Cristo- y flores relacionadas con la Pasión como los cardos.

 

 

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