EL ENCANTO DE LO INACABADO - ARTES SACRAS (II)
PIEDAD BANDINI

17/06/2021


 

 
 
Foto: Henk Bekker

 

La Piedad Bandini es una pieza en mármol de tamaño superior del natural (mide 226 cm de altura) labrada por Miguel Ángel Buonarroti hacia 1547-1555 y conservada en el Museo dell'Opera del Duomo de Florencia. Es una de las últimas esculturas realizadas por el artista, que al parecer se autorretrató en la figura de Nicodemo.

La idea de volver al tema de la Piedad por Miguel Ángel en su última etapa artística tiene su origen en el fallecimiento de Vittoria Colona en 1547. El artista, que por aquel entonces tenía 70 años, quedó muy apenado por la muerte de su amiga y presintió que la suya andaba cerca, por lo que comenzó a hacer planes para su propia sepultura. Era ya considerado el más grande artista vivo y su fortuna era grande, pero pese a ello vivía pobremente en una pequeña casa del centro de Roma, según unos por la sencillez que le inculcaban sus profundas creencias religiosas, según otros por su célebre fama de avaro.

También por aquel entonces Miguel Ángel se dedicaba a la escultura de forma cada vez más esporádica y casi a título personal, sin encargo previo. El artista eligió el tema de la Piedad para decorar su propia tumba, enriqueciéndolo con los momentos finales del descendimiento de la cruz y el comienzo de los preparativos del entierro de Cristo, para así reunir una meditación sobre el sacrificio de Cristo y la redención humana.

Los problemas empezaron desde un principio, cuando Miguel Ángel, probablemente a partir de 1547, comenzó a esculpir la pieza. El material utilizado fue uno de los bloques sobrantes de la tumba de Julio II, que resultó estar lleno de impurezas y ser de una dureza extrema. Lo anterior, unido a las crisis depresivas del artista, que se habían vuelto más frecuentes y graves, llevó a Miguel Ángel a destruirla a martillazos hacia 1555.

La obra, aunque quedó inutilizable y Miguel Ángel renegó de ella, fue vendida en 1561 al humanista florentino Francesco Bandini por 200 escudos, gracias a la mediación de un discípulo del autor, Tiberio Calcagni, quien la recompuso y labró la figura de María Magdalena, de menor calidad y desproporcionada con el resto.

La Piedad Bandini, llamada así por su comprador, permaneció en su residencia, donde fue admirada por Gian Lorenzo Bernini, hasta que en 1674 fue comprada por Cosme III de Médici y trasladada a la cripta de San Lorenzo en Florencia, lugar de enterramiento de la poderosa saga de los Médici. En 1722 fue llevada al Duomo de Santa Maria del Fiore para decorar la trasera del altar mayor. En 1933 se colocó en una de las capillas catedralicias hasta que en 1981 fue finalmente ubicada en el Museo dell'Opera del Duomo.

Pese a la restauración de Calcagni, podemos ver señales de fracturas por los martillazos en el codo, el torso y en el hombro de Jesús y en la mano de María, así como la mutilación de la pierna izquierda de Cristo, que debería haber estado cruzando el regazo materno. Sabemos que dicha pierna llegó a hacerse porque una parte de la misma se menciona en el inventario de los bienes de Daniele da Volterra, pero se desconoce su paradero.

El tema de la Piedad fue retomado enseguida por Miguel Ángel en un grupo (hacia 1552-1553) del que solo se conocen unos bocetos conservados en el Christ Church College de Oxford. Algún tiempo después (hacia 1554), Miguel Ángel elaboró una nueva versión en la "Piedad Rondanini" (imagen inferior), que, en este caso, no concluyó debido a su muerte en 1564. Esta obra recibe su nombre de los marqueses Rondanini, que en 1722 la compraron para decorar su biblioteca. En 1952 pasó, por compra del Ayuntamiento de Milán, a las colecciones museísticas del Castello Sforzesco de la ciudad, donde actualmente permanece como icono de vanguardia.

 

 
 
Foto: Giovanni Novara

 

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