ARTE INCA (IV)
LA CERÁMICA

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Aunque la forma de la cerámica les fue muy propia, los contenidos de sus pinturas y motivos eran simplificaciones y transformaciones de figuras pertenecientes a otras culturas. Por tanto, en la cerámica inca nos encontramos de nuevo con una reversión de las aportaciones de civilizaciones precedentes, algo nada nuevo en el estudio de los incas salvo los aspectos que atañen a su arquitectura y su organización sociopolítica.

En la cerámica inca hallamos el urpu o cántaro de cuello estrecho, la raqui o jarra de boca ancha, las vasijas con patas, los cántaros con un asa, los chuyas o platos sin mango, los tinajones y otras vasijas de base cónica, todas ellas ensayadas en culturas anteriores como la mochica o la nazca.

A todo ello hay que sumar el aríbalo, la forma más típica de cerámica entre los incas, que debe su nombre a la vasija griega, aunque su denominación quechua era puyno (en la imagen superior, observamos un ejemplo de estas piezas conservado en el Museo de Arte de Lima); se trata de un vaso de cuello alto, panza dilatada, asas verticales y base cónica, de tamaño variable aunque a veces llegan hasta un metro de altura y son las vasijas más grandes de la América precolombina. Su decoración es principalmente geométrica. Se han encontrado vasos con dicha forma en todas las regiones del Imperio: en Ica aparecen decorados con motivos típicos de esta zona, y en el área de la cultura chimú se hacían puynos dentro de la tradición de la cerámica negra.

Respecto a los colores de la cerámica inca, son muy brillantes: granate, ocre, blanco, o el natural de la arcilla. Los alfareros mezclaban la arcilla con arena o con conchillas trituradas. Como desconocían la rueda del alfarero, armaban cada vasija con rollos de arcilla. Luego emparejaban y alisaban afanosamente las paredes de la vasija.

Los incas solían moldear recipientes con forma humana (imagen inferior) o animal. Los dibujos eran en general pintados, pero también se grababan en la arcilla con uña o varilla. Por último el recipiente se horneaba.

 

 

FUENTES: A.A.V.V. "El Arte y la Cultura Peruanos: Los Incas", en Las Primeras
Culturas Precolombinas
, Barcelona, 1998, p. 159; http://sapa-inca.blogspot.com

 

Fotografía superior del Museo de Arte de Lima

 

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