MES DE JUNIO 2013 - FIDES SANCTI REGNI
ENTRADA EN JERUSALÉN

Sergio Cabaco, Jesús Abades y Rafael Serra. Fotografía de Pedro Pérez Montoro


 

Análisis artístico de ocho de las once esculturas procesionales que formarán parte de la magna procesión titulada El retablo de nuestra fe, cuya celebración tendrá lugar el próximo 15 de junio en Jaén con motivo de la proclamación de 2013 como Año de la Fe.

 

 

 

La talla procesional de Nuestro Padre Jesús de la Salud entrando en Jerusalén representa el momento en que Cristo toma la iniciativa de una manifestación mesiánica y le da este sentido para realizar el discurso anunciado por el profeta Zacarías: "Alégrate sobremanera, hija de Sión, exulta, Hija de Jerusalén, he aquí que tu rey viene a ti justo y victorioso, humilde y montado sobre un asna, sobre un pollino, cría de una asna. Suprimirá los carros de Efraím y los caballos de Jerusalén, el arco de combate será suprimido y dictará la paz a las naciones y su imperio se extenderá de mar a mar y del río hasta los confines de la tierra" (Zc 9, 9-10).

Labrada para vestir en madera de cedro del Brasil, con policromía al óleo y veladuras de cera, es una conseguida hechura cristífera del sevillano Antonio Dubé de Luque, quien la talló entre los años 2001 y 2002. Su hijo, el también escultor Antonio Dubé Herdugo, esculpió el resto de las figuras (2002-2007) que la acompañan en la procesión: los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, dos niños que saludan con ramitas de olivo, y un hebreo, cariñosamente apodado Pepe, que tira del jumento sobre el que va montado el Redentor. El proyecto original de Dubé contemplaba también las figuras de un hebreo que, arrodillado, extiende un manto al paso del Mesías, otro portando una palma y una mujer que contempla la escena con su pequeño en brazos.

Este conjunto escultórico, perteneciente a la popular Hermandad de la Borriquilla, sustituyó a un misterio labrado en 1961 por el escultor jiennense Jacinto Higueras Cátedra: de talla completa y tintes vanguardistas, estaba formado por las imágenes de Jesús montado sobre el pollino y dos mujeres hebreas, una de ellas con un niño en brazos; actualmente dicho grupo se conserva en la sacristía del templo parroquial de Nuestra Señora de Belén y San Roque, sede canónica de la mencionada corporación.

El alargado rostro del Cristo de Dubé, con gesto de sorpresa ante el apabullante recibimiento, aparece inclinado hacia el lado izquierdo. Enmarcado por alborotada cabellera de oscuros tonos castaños, muestra los párpados suavemente entornados, el perfil hebreo, la tez aceitunada y la barba bífida que cubre el mentón pero deja muy despejados ambos pómulos. Muy característicos del habitual modelado del artista son el crispado cuello y los jugosos labios entreabiertos que permiten ver ambas coronas dentarias talladas. Los expresivos ojos, con el iris policromado en color miel, quedan realzados por pestañas de pelo natural en los párpados superiores.

Es imagen de vestir, con candelero en madera de pino de Flandes, que cada Domingo de Ramos suele procesionar vestida con túnica y mantolín, y exornada con potencias cinceladas en plata dorada y pedrería. La mano izquierda sujeta las riendas del asno, que se acompaña de otro más pequeño, mientras que la derecha se muestra en actitud de bendecir al pueblo. Un olivo natural completa remata el conjunto, que desfila sobre monumental canasto neorrocalla realizado por el tallista sevillano Felipe Martínez Oliver (2005-2011).

 

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