El título de Buen Pastor hace referencia al papel de Jesús como jefe que cuida del rebaño formado por las almas del pueblo cristiano, simbolizadas en las figuras de los corderos.

Se trata de una iconografía que toma diversas variantes, pues Cristo, como en la obra que nos ocupa, puede figurar portando un cordero sobre sus hombros, en alusión a su carácter de guía y protección sobre los cristianos. También suele aparecer acariciando o recibiendo afectuosamente en sus brazos a uno o varios miembros del redil como muestra de su infinito amor. En ocasiones, incluso se muestra salvando a uno de ellos que ha quedado atrapado en una zarza espinosa, simbolizando la liberación del pecado.

La escultura que estudiamos es de mármol y se halla en la fachada de la Iglesia del Dulce Nombre de Jesús del municipio cordobés de Villanueva de Córdoba. Fue labrada en el año 1955 por el escultor e imaginero granadino Domingo Sánchez Mesa, quien le otorgó la monumentalidad y el cuidado acabado tan característicos de su estilo.

Hablar de Sánchez Mesa (1903-1989), discípulo de Eduardo Espinosa Cuadros, es hablar de un interesante artista que cada vez está siendo más justamente valorado como uno de los mejor imagineros andaluces del siglo XX. Junto con Córdoba y su Granada natal, sus creaciones, plenas de naturalismo y unción sagrada, se encuentran extendidas por las provincias de Madrid, Cádiz, Málaga, Jaén, Zaragoza, Sevilla y Almería.