MES DE JUNIO
CRISTO DEL OTERO

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 
 

 

La colosal estatua, de perfiles cubistas, debe su nombre al otero o pequeño monte donde se halla erigida, situado en el extenso parque palentino que lleva su nombre. A sus pies se encuentra una ermita-museo de reducidas dimensiones, excavada en el cerro, donde reposan los restos de su autor, el escultor palentino Victorio Macho, quien la concluyó en el año 1931.

Aunque no responde fielmente a la iconografía, la efigie está considerada como un simulacro del Sagrado Corazón de Jesús, hasta el punto de catalogarse como la segunda representación más alta sobre el tema que existe en el mundo, por detrás del famoso coloso de Río de Janeiro. Su altura es de unos 21 metros.

El Cristo, auténtico símbolo de la ciudad de Palencia, fue labrado en hormigón con aplicaciones de bronce. Siguiendo los dictados de simplicidad y estilización de formas, tan representativos del cubismo, se halla concebido como una gigantesca columna acanalada de la que emergen dos brazos en actitud de recibir a quienes le contemplan.

Lejos de la frialdad que, en ocasiones, padecen los rostros de este tipo de imágenes descomunales, el melancólico semblante de Jesús presenta un cuidadoso estudio expresivo.

 

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